Un momento realmente insólito se vivió esta semana en los Juegos Olímpicos de Invierno, cuando la norteamericana Elizabeth Swaney, quien en este caso representaba a Hungría, completó su rutina en la competencia de half pipe sin ejecutar una sola pirueta.
Mostrando cierta dificultad incluso para mantenerse de pie sobre los esquís, Elizabeth Swaney ha sido considerada por muchos como la peor esquiadora en la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno. Lo que no saben todos es que tuvo un plan maestro que la llevó a competir en Pyeongchang 2018.
Elizabeth Swaney tiene actualmente 33 años y aprendió a esquiar recién a los 25. Aunque nació en Estados Unidos, aprovechó que su madre es húngara para nacionalizarse por ese país, el cual cuenta con muy pocas esquiadoras y apenas posee licencias federativas.
Posteriormente, se inscribió en una escuela de freestyle en Pak City (Utah) para perfeccionar su técnica. De ahí en adelante participó en competiciones con menos de 30 participantes. En la Copa del Mundo de Freestyle, por ejemplo, los 30 primeros suman puntos, así que fue logrando su clasificación a los Juegos de Invierno por simple hecho de no caerse de los esquís.
"Quería demostrar que el esquí freestyle es posible y que nunca es demasiado tarde para entrar en este deporte y ayudar a otros a soñar y progresar en Hungría. Trabajé muy duro para venir aquí y solo hay 24 mujeres en el mundo que podrían estar en esta final. Espero que esta pueda ser una plataforma para inspirar a otros", explicó Elizabeth tras su insólita participación en los Juegos Olímpicos de Invierno.