Ganar la medalla de bronce en dobles en los Juegos Panamericanos Lima 2019. Aquel fue el punto de inflexión, el momento en el que la balanza se inclinó a favor de Juan Pablo Varillas. La gente ya lo conocía, es cierto, pero tras ese logro y con sus dos títulos Challenger (en Campinas y Santo Domingo), supieron de lo que era capaz. Empezaron, además, a vitorearlo, sobre todo porque, gracias a él, el deporte de la raqueta ha vuelto a tener un espacio en el corazón de los peruanos.
A fines de agosto, se ubicaba en el puesto 399 del ranking ATP; dos meses después ya es 155. Escaló y lo hizo rápido, derrotando, incluso, a tenistas del Top 100 en dos oportunidades: al boliviano Hugo Dellien, en el Challenger de Buenos Aires, cuando este se encontraba en la casilla 82 y al argentino Federico Delbonis, en Santo Domingo, cuando ‘Delbo’ estaba en el peldaño 76. ¿Qué cambió? ¿Qué sucedió? ‘JuanPi’ se lo cuenta a Depor.
“Siento que la mejora de estos últimos tres meses ha sido gracias al trabajo mental”, dice un convencido Juan Pablo, quien se convirtió a inicios del mes en el primer peruano en levantar un Challenger, en Campinas, tras once años de sequía (el último en adueñarse de uno fue Luis Horna en la ciudad suiza de Lugano). “Empecé a ganar, a confiar en mis capacidades y aprendí a jugármela. A veces no podía cerrar los partidos complicados porque no confiaba en mí y justo son esos momentos los que marcan el rumbo de cada juego”, agrega.
Junto a su equipo -conformado por su entrenador de hace tres años Duilio Beretta y por su psicólogo Enrique Canaval, con quien trabaja desde abril-, afronta un nuevo reto: el Challenger de Guayaquil, en Ecuador, un torneo ATP sobre tierra batida que otorga 80 puntos al campeón. Como duodécimo mejor sembrado no jugó la primera ronda, así que recien debutará hoy ante un viejo conocido: el brasileño Orlando Luz, a quien ya venció por doble tie break la semana pasada en Lima.
“Va a ser un partido complicado. Él juega muy bien y tiene un saque potente”, asegura nuestra primera raqueta nacional: “Pero estoy tranquilo, vengo desempeñándome bien”. Luego de su partipación en Guayaquil, en donde busca salir campeón, Juan Pablo viajará a la capital uruguaya para competir en el Challenger de Montevideo o, como es conocido, Uruguay Open. Allí, si no surge un imprevisto, le daría punto final a su temporada.
Después, empezaría su entrenamiento para el cuadro clasificatorio del Abierto de Australia, su primer Grand Slam: "Mi objetivo de este año era clasificar a las 'Qualy' de un 'major' y lo he podido cumplir". Un 'futurazo' le espera, pero antes, si vence a Luz y Mauricio Echazú gana su juego, los dos peruanos chocarían mañana en Ecuador por los octavos de final. ¡Qué lindo sería!
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