Lo hermoso sel fútbol tiene nombre y apellido: Christian Cueva. El peruano marcó el primero se su equipo, marcador que luego fue cambiado por los dos goles de Botafogo. El peruano siguió con perseverancia, pero le falló a todos fallando un penal.
Las críticas empezaban a hacerse más duras, y el peruano empezaba a sufrir la responsabilidad de ser el hombre más importante del Sao Paulo. La presencia de Hernanes no le quitó la necesidad de ser el distinto.
Pero el fútbol da revanchas, y a veces estas llegan cuando menos se lo esperan. Sao Paulo logró recuperarse emocionalmente de los duros golpes sufridos en el cotejo. El penal fallido de Cueva y el tanto de Botafogo que parecía sentencia el cotejo.
Guilherme y Hernanes pusieron la increíble paridad en el cotejo. En todas las jugadas, Cueva tuvo participación. En el 3-2, sirvió el córner previo piboteo a Guilherme; y en el 3-3, fue quien pifió el esférico para que la reciente contratación del Sao Paulo se haga presente.
Pero no era suficiente. Christian Cueva sentía la necesidad de resarcirse con la hinchada que sufrió con el penal que había fallado. Es por eso que cogió el esférico en la mitad de la cancha y le dio un exquisito pase a Guilherme, quien no perdonó. Sao Paulo ganó y salió de la incómoda posición en la tabla de posiciones del Brasileirao.