Un viaje que nunca olvidará. El entrenador del , Jindrich Trpisovsky, que este martes enfrentará junto a su equipo al por una nueva jornada de la , llegó a Cataluña hoy en medio de las protestas y manifestaciones que se viven en Ciudad Condal, y el técnico checo aprovechó en contar una curiosa anécdota que le ocurrió en el aeropuerto de la ciudad en el que ''casi acaba desnudo''.

"No había visto jamás tantos guardaespaldas juntos en el hotel y, en el control de seguridad del aeropuerto, tuve que desvestirme prácticamente entero", dijo Trpisovsky, sobre las fuertes medidas de seguridad en Barcelona, producto también por la visita del Rey Felipe VI. En cualquier caso, el entrenador del Slavia tiene claro que el duelo de mañana en el Camp Nou permitirá calibrar el verdadero nivel de su equipo.

"Será un bautismo de fuego para nosotros. Y lo que hagamos dependerá mucho de los primeros minutos y de cómo entremos en el partido", indicó. El objetivo es no dejarse intimidar por el estadio y hacer "todo lo posible" por jugar como lo hacen en Praga. "Pero siempre hay dos ejércitos en la batalla y habrá que ver cómo nos adaptamos al entorno y cómo reaccionan ellos", precisó.

Por tal motivo, Jindrich Trpisovsky espera este martes al "mejor Barcelona", después de la mala imagen que dieron los azulgranas en el Ciutat de València, donde perdieron un partido que tenían controlado ante el Levante. "Después de una derrota siempre estás más alerta, y ningún equipo quiere perder dos partido seguidos. Es un partido de 'Champions', juegan ante su afición y sacarán lo mejor de sí", sentenció el estratega del Slavia Praga.

¿Cómo llega el Barcelona a este partido?

Un juego decepcionante, figuras ausentes e interrogantes que se acumulan: una sola derrota ante el Levante el sábado (3-1) ha bastado para hacer resurgir las peores pesadillas del Barcelona antes de recibir al Slavia de Praga en la Champions. Después de la goleada 5-1 en el Camp Nou al Valladolid, la caída 'culé' el sábado reabrió las heridas de sus recientes fracasos.

El sábado, Lionel Messi abrió el marcador de penal...Y llegó la debacle: los granotas metieron tres goles en siete minutos a un Barcelona incapaz de reaccionar a la presión, una debilidad recurrente en estos últimos tiempos. A pesar de ser una de las formaciones más temibles de Europa cuando juega confiado, el equipo se muestra frágil cuando se ve presionado.




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