Luis Enrique ya dispone de nuevos jugadores para llevar a cabo rotaciones de calidad en su once tipo, después de un mercado en el que el Barcelona ha invertido casi 123 millones de euros, inicialmente para potenciar la banca.
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Cerrado el fichaje de Paco Alcácer por 30 millones de euros y la cesión de Munir al Valencia, el equipo azulgrana pone punto y final a un verano muy movido con entradas y salidas para potenciar el equipo que el año pasado hizo el doblete al ganar la Liga y Copa.
El primero en recalar en el Barcelona este mercado de fichajes fue Denis Suárez, por quien el club azulgrana acabó pagando 3,25 millones al Villarreal. Las variantes defensivas las ha buscado el azulgrana en el fútbol galo, con la llegada del central Samuel Umtiti y el lateral Lucas Digne.
Imagen de 'Transfermrkt'
En el centro del campo Denis Suárez y André Gomes, procedente del Valencia, al que el Barcelona pagó 35 millones de euros, sí que parece que tendrán más opciones para rotar en la medular, donde aparece un trío casi inamovible, como es el formado por Rakitic, Busquets e Iniesta, que necesitará rotaciones para otra campaña exigente.
La última contratación del Barcelona (Alcácer) ha llegado días después de que el equipo catalán perdiese a su portero titular de la Liga en las dos temporadas anteriores, Claudio Bravo, y fichase al holandés Jasper Cillessen, que ha costado al club azulgrana 13 millones.
Así, el portero chileno ha acabado en el Manchester City, y el Barcelona ha cedido a Douglas (Sporting de Gijón) y Sergi Samper (Granada). Días atrás, también salieron Vermaelen (cedido al Roma), Adriano (Besiktas), Alves (Juventus), Bartra (Borussia Dortmund), Sandro Ramírez (Málaga), Halilovic (Hamburgo), Tello (cedido a Fiorentina) y Montoya (Valencia).
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