tomó Montreal para comenzar su preparación de lo que será la temporada 2019-20. En tierras canadienses reforzará la parte física, para luego viajar a Estados Unidos y soltar las piernas en tres amistosos que sostendrá antes de regresar a España. En ese panorama, surge una disyuntiva en dos de las figuras del plantel: y , dos jugadores que han congeniado bien, pero que saben que compiten por la misma posición.

Eden Hazard es el fichaje más caro del club merengue en su historia. Ha llegado para asumir el liderazgo ofensivo que se le concedió a Gareth Bale durante la temporada pasada -cuando Cristiano Ronaldo se marchó- y no la pudo sostener. Fue de los más criticados por su rendimiento y hasta se le buscó una salida propicia del club, pero ofertas faltaron por el galés.

El nuevo Madrid tendrá como punto de partida al belga, la estrella que renueva las esperanzas de los fanáticos madridistas. Sus grandes actuaciones en el Chelsea -durante siete años y con 110 goles- le dan todos los carteles para asumir el rol de estrella del cuadro merengue. Sin duda, las expectativas estarán puestas sobre él durante la temporada, lejos de lo alguna vez se pensó con Bale.

El extremo de Cardiff, por su parte, afronta la pretemporada más extraña desde que llegó al Madrid en 2013. Todas las miradas están puestas sobre él, en su posible salida y en su necedad de seguir en el club cuando ya le han comunicado que para Zidane no será una de las prioridades. Pero espera que esa necedad sea su fuerte. No ha dado muestras de estrés, ni reproches. Se puso bajo las órdenes del nuevo preparador físico, Dupont, y cerca del capitán Ramos, para luego buscar al nuevo fichaje y compartir trote. 

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