Tenía tan solo dieciséis años en el 2015, pero su rostro ocupó todas las portadas de los diarios deportivos españoles y noruegos. dejaba el Strømsgodset de su país para integrar las filas del , el sueño de los jóvenes futbolistas. Lo había conseguido. Sin embargo, su realidad actualmente está muy lejos de aquella época donde los sueños superaron a la realidad.

Real Madrid, fiel a sus procesos, mandó a la promesa noruega a su filial, el Castilla, para que se adecue y gane minutos en competencia. Fue de más a menos. A pesar de solo anotar un gol, Odegaard logró subir al primer equipo para disputar algunos encuentros. 

Sin embargo, Martin Odegaard creció en edad, pero no en juego. Sus gambetas, por las que había sido comprado, no se complementaban con un juego influyente y que invitara a mejorar el colectivo del equipo. Poco a poco fue quedando de lado por Zinedine Zidane, técnico que en ese momento se encargaba de la filial del Real Madrid.

Para la pasada temporada, Real Madrid decidió prestar a Martin Odegaard en enero al Heerenveen de Holanda, con la idea de que adquiriera confianza y jerarquía. Lamentablemente, nunca se afianzó en el titularato, el cual consiguió por llegar procedente del conjunto blanco. A sus 18 años, no ha mostrado una mejoría que genere optimismo.

El equipo holandés quedó en noveno lugar de la Eredivisie. Odegaard disputó 863 minutos en 16 cotejos.

Su selección lo convocó para que dispute algunos partidos de la clasificación para la Eurocopa, específicamente ante Hungría, Malta, Azerbaiyán, Croacia y Bulgaria. Sin embargo, terminó jugando en la Sub 21 de su país, y no ha vuelto a ser convocado a la mayor.

Hace unos días, Martin Odegaard confirmó que no regresará al Real Madrid. “Al final de la temporada se acordó una campaña más aquí. Siento que tomé la decisión correcta, estoy en un club en el que me va bien y que tiene una gran historia en el crecimiento de jugadores jóvenes”, indicó el joven jugador.

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