Todos los técnicos tienen una cábala para situaciones específicas. Y tiene la suya, especialmente para los penales que cobran a favor de su equipo. Así quedó evidenciado, luego de que el portero ejecutara desde los doce pasos ante Juan Aurich.

Mientras Rosales se perfilaba para patear en el área de Juan Aurich, Óscar Ibáñez, sentado en la banca de suplentes, mordía – nervioso – el rosario que llevaba colgado en el cuello.

Una vez que Ibáñez vio que el balón ingresó en su totalidad y Exar Rosales celebraba, soltó de sus labios el rosario y luego lo besó, en señal de agradecimiento.

El portero Exar Rosales llegó a marcar su quinto gol en el año y , con 13 puntos, lucha por meterse a la pelea por el Torneo Apertura, junto a Alianza Lima y Universitario de Deportes.

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