"Denle el balón a Mbappé": la charla de Deschamps en el entretiempo de la final del Mundial

Las imágenes que para los hinchas y todo el mundo del fútbol en general valen oro. El canal de televisión francés 'TF1' sacó a la luz la charla que ofreció Didier Deschamps en el descanso del duelo entre Francia y Croacia por la final del Mundial Rusia 2018, en la que pide a sus jugadores no complicarse demasiado y entregarle el balón a Mbappé o Griezmann, quien también tomó la palabra.

Recordemos que al finalizar la primera mitad, Francia se fue al descanso con el marcador con 2-1 a su favor tras el autogol de Madzukic que abrió la cuenta, el empate de Perisic y el gol de penal que convirtió Griezmann. Todos al vestuario y el técnico galo tomó la palabra.

"No lo hagan más difícil. Ellos vienen, ellos son agresivos. Han visto toda la energía que están poniendo. Jueguen tan fácil como sea posible. Cuando tengan el balón, si alguien está encima contigo vendrá otro, entregarlo tan pronto como puedan... a Kylian (Mbappé) o a Antoine (Griezmann)", indicó el técnico galo.

Luego, el entrenador siguió pero para darle una indicación puntual a Griezmann: "Baja un poco durante nuestras contras, te estás quedando arriba... necesitamos que seas una opción", le apuntó Deschamps al '7' francés.

Tras las indicaciones técnicas llegó el momento de la arenga, y fue precisamente Griezmann quien se encargó de animar a sus compañeros.

"Chicos, tranquilidad, ¿de acuerdo? Todavía queda mucho, podemos hacerlo mejor. Tranquilidad, confianza, confianza", pidió el atacante.

Deschamps volvió a tomar la palabra para pedirle a sus pupilos "tranquilidad. Cuando tengamos el balón... ¡boom! Entréguenle a los delanteros".

Pogba y Varane también se sumaron a la arenga y ambos pidieron a los demás ser positivos y "no obsesionarse demasiado con la posesión", pidió el central del Real Madrid, para luego seguir motivando a sus compañeros.

Y ya todos conocemos el resto de la historia: Francia marcó dos goles más (Pogba y Mbappé) para finalmente imponerse 4-2 ante Croacia y alzar la Copa del Mundo, la segunda en la historia del combinado galo.