Uno de los eventos astronómicos más esperados es el equinoccio de primavera. El inicio de marzo significa que el hemisferio norte del planeta se prepara para despedir, en algunas semanas más, al invierno y en Colombia también se vive de una manera distinta. Eso ocurre cuando el día y la noche tienen la misma duración, pues el sol se encuentra exactamente sobre el ecuador del globo terráqueo.
Este fenómeno se da en todo el planeta Tierra, pero la gran diferencia es el cambio de horario que se adecua a cada una en el tema de las naciones. Este evento es mejormente conocido porque el día que llega la primavera el día y la noche duran exactamente el mismo tiempo, lo que quiere decir que tienen una duración de 12 horas.
Anualmente en el calendario se tiene contemplado que el Equinoccio de Primavera sucede entre el día 19 y 20 de marzo, para este año la primavera arrancará el lunes 20 de marzo a las 4:24 de la tarde (hora colombiana). Se le dará la bienvenida a las temperaturas calurosas y noches frescas, mientras que la ciudadanía se despedirá de las heladas y fríos que asechaban desde hace meses.
Este fenómeno tiene el nombre de origen en latín y se da porque el sol cruza el ecuador celeste de la Tierra. De esta manera, logra que sus rayos incidan en el hemisferio norte y sur para darle la misma duración del día a cada parte del planeta.
Equinoccio de otoño en el hemisferio norte y su homónimo, pero de primavera, en el hemisferio sur. Tiempo de la cosecha, la caída de las hojas, la migración de las aves y el comienzo de la temporada más fría del año en países como Gales o Inglaterra; en Argentina, en cambio, los paisajes florecen, el sol resplandece y las chaquetas son engavetadas.
Un equinoccio hace la función de una especie de ritual en distintas partes del mundo. La que más se conoce es el Mabon, una fiesta celta celebrada en muchas partes del Reino Unido para dar la bienvenida al otoño. Asimismo, es parte de la conmemoración de los frutos que alimentan en invierno junto a inmenso banquetes para hacer homenaje a la prosperidad y bendiciones agrícolas.
Aunque haya horas de diferencia, el movimiento del sol se verá en México desde el Chichen Itzá. Este fenómeno hará que la pirámide maya de Kukulcán se presente como un fenómeno misterioso que solo puede ser presenciado en unas hora del año: la luz y las sombras del lugar proyectan el holograma de una serpiente emplumada que desciende por las escalinatas del templo. Un efecto óptico con un simbolismo que se conmemora con rituales indígenas y afluencia de turistas.
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