¡Toma nota! El Martes Santo es el tercer día de la Semana Santa, que inicia el Domingo de Ramos y en el que los seguidores del cristianismo honran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Este hecho se evidencia en las diversas ceremonias litúrgicas que se llevan a cabo durante la Semana Santa en las diferentes denominaciones cristianas. Es relevante que compartas esta información con tus amigos, familiares, seres queridos y conocidos.
También se le conoce como ‘Martes de Pasión’ o ‘Martes de Controversia’, es un día que forma parte de la preparación para el Triduo Pascual, un período que abarca desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Pascua, en el que se celebra la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
¿Cuál es el origen del Martes Santo?
Según la Biblia, el martes de la Semana Santa fue un día en el que Jesús enseñó en el Templo de Jerusalén, donde confrontó a los líderes religiosos y les habló a sus seguidores acerca de su próxima Pasión, Muerte y Resurrección. Desde entonces, el Martes Santo ha sido un día de reflexión y preparación para los eventos cruciales de la Semana Santa.
¿Dónde se encuentra la historia del Martes Santo?
La historia del Martes Santo se encuentra en los evangelios del Nuevo Testamento de la Biblia cristiana, específicamente en los relatos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan describen los eventos de la Semana Santa, incluyendo las enseñanzas de Jesús en el Templo de Jerusalén en el Martes Santo. Además, la historia y tradición de la Iglesia Católica y otras denominaciones cristianas también han contribuido a la forma en que se celebra y comprende el Martes Santo.
Frases para dedicar en martes Santo
- “Encontramos un crucifijo y con un beso le decimos a Dios que está bien, que lo que Él disponga. Es el beso que más cuesta dar. Lo más difícil es dar el primero. Después… ya no se puede vivir sin besar su cruz” - (Ramón Cue).
- ‘’No me mueve mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido; muéveme el ver tu cuerpo tan herido; muéveme tus afrentas y tu muerte, Muéveme en fin, tu amor de tal manera que aunque no hubiera cielo yo te amara y aunque no hubiera infierno te temiera. No me tienes que dar por que te quiera, porque aunque cuanto espero no esperara lo mismo que te quiero te quisiera’' - (San Juan de Ávila).
- “Si queremos adquirir la tolerancia mutua, la paciencia y la abnegación ¿no son necesarias personas que nos contraríen y que sepan hacerlo a tiempo y fuera de tiempo y sin piedad?” - (Dom Vital Lehodey).
- “¿Y cómo amó Jesús a sus discípulos, y por qué los amó? No, no eran sus cualidades naturales las que podían atraerle. Entre ellos y él la distancia era infinita. El era la Ciencia, la Sabiduría eterna; ellos eran unos pobres pescadores, ignorantes y llenos de pensamientos terrenos. Sin embargo, Jesús los llama sus amigos, sus hermanos. Quiere verles reinar con él en el reino de su Padre, y, para abrirles las puertas de ese reino, quiere morir en una cruz, pues dijo: Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” - (Santa Teresita de Lisieux).
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