Nuestro país, situado en la región noroccidental de América del Sur, experimenta movimientos sísmicos con regularidad debido a su posición geográfica en la convergencia de las placas tectónicas del Pacífico, Sudamericana, de Nazca y Caribe. Esta ubicación no solo contribuye a la rica biodiversidad y variabilidad topográfica de Colombia, sino que también lo expone a la actividad sísmica. Si te interesa obtener más detalles sobre el último temblor, te invitamos a consultar el informe del Servicio Geológico Colombiano (SGC), disponible aquí. ¿Has sentido el temblor de en Colombia?
En los últimos años, se ha destacado la necesidad de que la población colombiana esté al tanto de la actividad sísmica en el país y siga las recomendaciones de seguridad para mitigar posibles daños. En este lapso, se han registrado diversos sismos de magnitud leve y moderada.
La responsabilidad compartida de prepararse para los movimientos sísmicos involucra a todos. En este contexto, el Servicio Geológico asume el papel designado de recopilar y difundir datos sobre la actividad sísmica en el país. Contribuimos activamente a la mitigación de riesgos y a la protección de nuestras vidas al mantenernos informados y seguir las recomendaciones de seguridad.
El Servicio Geológico Colombiano (SGC) es una entidad gubernamental encargada de estudiar y generar información sobre los recursos geológicos y geociencias del país. Su misión principal es contribuir al conocimiento del territorio colombiano mediante la investigación geológica, la evaluación de riesgos geológicos y la gestión sostenible de los recursos naturales.
En este sentido, el Servicio Geológico Colombiano desempeña un papel crucial en el desarrollo del país al proporcionar información geocientífica clave para la toma de decisiones en diversos sectores, incluyendo la gestión del riesgo natural, la planificación territorial y el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. Algunas de sus funciones incluyen:
Un sismo, también llamado terremoto o temblor, es un evento natural en el que la Tierra libera de manera súbita energía en forma de ondas sísmicas. Esta liberación energética suele ser producto de la fractura de rocas en la corteza terrestre, ocasionada por la acumulación prolongada de tensión. Al romperse, estas rocas emiten ondas sísmicas que se expanden desde el punto de ruptura, generando vibraciones en la superficie terrestre.
Los sismos pueden originarse naturalmente, como resultado de la actividad tectónica en los límites de placas tectónicas, o pueden ser provocados por acciones humanas, como la extracción de recursos como petróleo y gas, la minería o la inyección de fluidos en el subsuelo.
Estos eventos pueden tener impactos considerables en áreas habitadas, ocasionando daños a estructuras, infraestructura e incluso pérdidas humanas. Por este motivo, se realizan investigaciones y monitoreos constantes para comprenderlos mejor y desarrollar estrategias de reducción de riesgos.
La magnitud de un sismo puede variar, desde movimientos casi imperceptibles hasta terremotos devastadores. Se mide la magnitud utilizando la escala de Richter o la escala de magnitud de momento, relacionándola con la cantidad de energía liberada. Por otro lado, la intensidad se evalúa mediante la escala de Mercalli y se asocia con los efectos observados en la superficie, como daños a edificaciones y la percepción de las personas.
Las diferencias fundamentales se encuentran en la magnitud e intensidad de los movimientos sísmicos. El término “sismo” abarca cualquier tipo de movimiento terrestre, mientras que “temblor” suele referirse a movimientos sísmicos de menor magnitud, y “terremoto” describe eventos sísmicos más grandes y con consecuencias más graves. Las denominaciones exactas pueden variar según la región geográfica y las convenciones locales.
La preparación se vuelve crucial a pesar de la imposibilidad de prever con exactitud cuándo sucederá el siguiente movimiento telúrico. Los expertos resaltan la relevancia de contar con un plan de evacuación, tener a mano kits de emergencia y conocer las zonas seguras tanto dentro como fuera de los edificios.
Los kits de emergencia deben contener elementos como agua, alimentos no perecederos, una radio con baterías, linternas, suministros básicos de medicamentos y copias de documentos importantes. Además, se enfatiza la importancia de educar a todos los miembros de la familia, incluyendo a los niños, sobre las acciones a tomar antes, durante y después de un sismo.
La importancia de estar preparados ante los sismos es fundamental, incluso cuando es imposible predecir con precisión cuándo ocurrirá el próximo evento telúrico. Los especialistas subrayan la necesidad de tener un plan de evacuación establecido, contar con kits de emergencia y conocer las áreas seguras tanto dentro como fuera de los edificios.
En estos kits de emergencia se deben incluir elementos esenciales como agua, alimentos no perecederos, una radio con pilas, linternas, suministros básicos de medicamentos y duplicados de documentos relevantes. Además, se destaca la importancia de educar a todos los integrantes de la familia, incluyendo a los niños, sobre las medidas a seguir antes, durante y después de un sismo.
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TEMBLOR EN COLOMBIA | Sismo en Medio Atrato (Beté) – Chocó
El último sismo registrado, según el SGC, tuvo su epicentro en Medio Atrato (Beté) – Chocó, con una magnitud de 2 en la escala de Richter. El movimiento telúrico se produjo a las 22:22 del 31/01/2024, y fue sentido en varias ciudades, con una profundidad Superficial (Menor a 70 km).