La Selección Peruana de Ricardo Gareca hace creer que todo lo puede. Derrotó a Brasil luego de 41 largos años, salió victorioso en Quito por primera vez en su historia, regresó a un Mundial casi cuatro décadas después, acaba de tumbarse al siempre complicado Uruguay, y ahora van por Chile, el vigente bicampeón de la Copa América.
Tras un no clasificar a Rusia 2018, la ‘Roja’ cambió de director técnico. Entró el colombiano Reinaldo Rueda por Juan Antonio Pizzi, y de a pocos inició el tan necesario recambio generacional, dejando de lado a históricos como Claudio Bravo, Jorge Valdivia y Marcelo Díaz. Pese a eso, en líneas generales, Chile sigue siendo un equipo altamente competitivo, con el mediocampo como su mayor fortaleza.
De los tres volantes centrales que enfrentaron a Perú en la
semifinal del 2015, el único distinto es Erick Pulgar. El 'Puma', feroz en la marca y a la vez criterioso con el balón, fue la gran apuesta de Rueda desde que asumió como DT. Y con gran responsabilidad, está llenando el vacío que dejó el 'Chelo' Díaz.
Él, junto al 'Rey' Arturo Vidal y 'Príncipe' Charles Aránguiz, son los que mueven los hilos del juego sureño. No hay una formula exacta para anularlos, pero sí podemos prepararnos para lo que podrán ofrecer en el Arena do Gremio frente a la blanquirroja.
El 'trivote' chileno
Cuando Chile tiene el balón y pasa el mediocampo, Pulgar suele posicionarse en línea junto a los centrales. ¿Por qué? 1. En caso la pierdan, el ‘Puma’ estará cerca de la jugada para recuperar en cuestión de segundos. 2. Permite que los centrales se tiren para los costados y los laterales se proyecten a campo contrario.
La ‘Roja’ tiene un equipo combativo como pocos, pero eso no quita el hecho de que también sepan jugar a ras de piso. Cuando la jugada pide asociarse, Vidal, Pulgar y Aránguiz arman su propio rondo ('camotito', según la jerga peruana) y comienza el ‘tiki–taka’, casi siempre apoyado en quien esté más cerca: un central, un lateral o en un eventual descenso de un atacante. De esta manera, Chile creó superioridad numérica y volvió locos a los delanteros colombianos.
Los mediocampistas siempre deben ubicarse a diferentes alturas dentro del campo y Aránguiz, como jugador inteligente que es, se sitúa lo más lejos posible, casi como ‘10’, dejando la generación de juego en los pies de Pulgar y Vidal. De paso, aprovecha de explotar las espaldas de la contención rival. ¡Cuidado Tapia, cuidado Yotún!
Son los pequeños detalles los que marcan la diferencia en estas competencias. Cuando el partido anda cerrado y los caminos no parecen abrirse, el ‘Príncipe’ cambia de posición con José Fuenzalida y pasa más al centro, atrayendo la marca del lateral contrario. Así, logra liberar la banda y permitir la subida por derecha del siempre ofensivo Mauricio Isla.
"Llegar es mejor que estar" es una frase casi siempre relacionada con los volantes y Chile le hace tributo a ella en cada partido. Sus dos interiores (Aránguiz y Vidal), siempre atacan el área, ya sea uno por uno o los dos al mismo tiempo. Ambos, además, poseen buen juego aéreo y formidables disparos de larga distancia.
Evidentemente, la genialidad y la riqueza de recursos individuales puede hacer la diferencia y tirar por la borda el estudio que cualquier entrenador tenga sobre el rival. Sin embargo, es de vital importancia conocer a fondo a quién enfrentamos. Más si se trata de, acaso, la volante que mejor ha funcionado en el torneo.
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