Ante Bolivia, Perú no jugó un buen primer tiempo, pero reaccionó en la segunda parte. Claro, lo malo de corregir es que demuestra que fallaste en un inicio. Sin embargo, es inevitable. El error humano es parte del día a día, tanto en la vida como en el fútbol y Ricardo Gareca, entrenador de la Selección Peruana, lo sabe. Como es obvio, un partido dura 90 minutos –salvo excepciones en los que se van hasta los 120’– con una pequeña pausa de 15’ cada 45’. Ahí, además de descansar e hidratar, hay opción de replantear, cambiar de sistema o simplemente aconsejar a ciertas individualidades.
El argentino ha dirigido 58 partidos de la selección peruana (récord) alcanzando la mejor racha del país en la historia de las Eliminatorias CONMEBOL con ocho encuentros invicto –no pierde desde el 2-0 ante Brasil en el Estadio Nacional– y lo mismo en la Copa América (siete partidos invicto sin conocer la derrota desde el 2-1 ante Chile en las semifinales del torneo 2015). Aunque los números resalten su estadía en la blanquirroja, hay una crítica puntual que se ha mantenido a lo largo de todo el proceso.
Se trata, como se menciona en el primer párrafo, del replanteamiento. Es cierto, terminar bien es mejor que comenzar acertadamente en un partido y Gareca se lo toma literal. Si hay algo que le ha costado al exentrenador de Vélez Sarsfield desde que está con el buzo blanquirrojo ha sido iniciar de forma avasalladora un partido, sea en el Estadio Nacional o en el extranjero.
Si nos remitimos a ejemplos, partidos como frente a Dinamarca (1-0) en el primer partido de la Copa del Mundo 2018 o el siempre recordado 2-0 ante Nueva Zelanda pueden ser excepciones a la regla, en las cuales la selección sí mostró un dominio sustentado desde los primeros compases del encuentro.
Moviendo las piezas
Pero durante los cuatro años que ya lleva el ‘Tigre’ en la Videna, los dolores de cabeza en los primeros minutos parecen haber sido constantes. Sea por desconcentraciones –no hay que olvidar el gol de Paraguay en Asunción antes de remontar el encuentro y ganar 4-1– o ser superados en la pizarra (ambos 2-2 entre Perú y Venezuela, tanto de local como de visita, en las Eliminatorias rumbo a Rusia).
Los números no mienten. En las últimas Eliminatorias, por ejemplo, anotamos 26 goles. De ellos, solo seis fueron en el primer tiempo; mientras que los otros 20 se dieron en el complemento, confirmando así que a Perú le cuesta un poco 'calentar el motor'. En cuanto a recibidos, las cifras son más parejas, pues contando las Eliminatoria, fueron 14 tantos en el primero y otros 14 en el segundo tiempo.
Ahora, ¿qué fue lo que hizo Gareca para que las segundas partes sean mejores que las primeras? Tomemos como muestra algunos partidos puntuales (Perú 1-0 Venezuela, en 2015; Chile 2-1 Perú, en 2015; Colombia 2-0 Perú, en 2015; Perú 2-2 Venezuela, en 2016; Brasil 0-1 Perú, en 2016; y Perú 1-1 Colombia, en 2017) para adentrarnos en las decisiones que tomó Ricardo.
Cuestión de ataque
Ante la ‘Vinotinto’, en la Copa América de Chile, y con un hombre de más por la expulsión de Fernando Amorebieta a los 29’, el estratega argentino movió la pizarra. Del 4-4-2 con el que inició el partido juntando a Paolo Guerrero y Claudio Pizarro (quien anotó el gol del triunfo), Gareca mutó a una especie de 4-3-3 sacando a un volante de primera línea (Carlos Lobatón) por un delantero más como (Yordy Reyna). La insistencia funcionó y a los 72’, el ‘Bombardero de los Andes’ le dio la victoria a la bicolor.
Frente a Chile, en las semifinales de ese torneo y aunque no alcanzó por estar con un hombre menos, el ‘Tigre’ se la volvió a jugar. Cuando ya iba 2-1 a pesar de haber crecido en la segunda parte y haber alcanzado el empate momentáneo gracias a un autogol de Gary Medel, Ricardo cambió de sistema al 4-3-2 (Carlos Zambrano había sido expulsado) y ‘La Roja’ sufrió. No alcanzó, pero se empezó a confirmar la valentía de un proceso.
Lo siguiente sucedió ya en las Eliminatorias rumbo a Rusia. El debut, a diferencia de las pasadas, no era ante Paraguay en Lima, sino frente a Colombia en Barranquilla. Una desconcentración en un tiro de esquina nos puso atrás en el marcador cerca del entretiempo, pero en la segunda parte el equipo dio la cara. Volvimos a quedarnos en el ‘casi’, pero los cambios ofensivos (ingresos de Yordy Reyna y Paolo Hurtado) le habían vuelto a dar un impulso al cuadro peruano.
Un partido bisagra, y recordado por todos, fue el de Venezuela en Lima. El equipo dirigido por Noel Sanvicente en aquel entonces llegaba sin puntos en la tabla y la victoria parecía ser obligada si queríamos soñar con el mundial. El partido sin embargo, fue malísimo, pero dejó algo positivo. Un nuevo despertar en el último tramo del partido con ingresos desde el banco que marcaron un antes y un después le dejaron un no tan mal sabor de boca a los hinchas en el Nacional. Los ingresos de Raúl Ruidíaz y Edison Flores cambiaron el 4-2-3-1 a 4-4-2 y, en media hora, la selección pasó de un 2-0 en contra a un 2-2. El resultado había sido lo de menos, ya que nuevos aires parecían respirarse cerca de Gareca.
La Copa América del 2016 era una nueva oportunidad para crecer. Después de un no tan buen inicio de las Eliminatorias, el entrenador cambiaba ciertos nombres, pero no la idea. Ante Brasil, en la última fecha del grupo, nos jugábamos la clasificación y a falta de pocos minutos –sin haber jugado un buen partido– un nuevo cambio surgió efecto. Del 4-2-3-1, otra vez, Gareca cambiaba al 4-4-2 para juntar a Ruidíaz y Guerrero. La decisión fue perfecta, pues la ‘Pulga’ –con algo de ayuda– le terminó dando una victoria histórica al equipo para eliminar a la ‘Verdeamarelha’ y sacar a Dunga del cargo de entrenador.
Por último, otro partido inolvidable (por los nervios, más que nada) se dio en el Estadio Nacional. Colombia, a quien Gareca no le había podido ganar, era el rival. Con gol de James Rodríguez a los 56’, la selección de Pekerman le quitaba la ilusión mundialista a la del ‘Tigre’ y en el banco peruano había un decisión: se tenían que arriesgar. Otra vez entró Ruidíaz y lo acompañó Yordy Reyna para atacar con cinco hombres y, aunque no fue un agobio al área de Ospina, sí alcanzó para, con algo de suerte, empatar el partido y clasificar al repechaje.
Hay muchos más casos, la última victoria ante Bolivia en el Maracaná es un gran ejemplo de que los segundos tiempos han sido la puerta del éxito para la Selección Peruana. Al final, ningún equipo es perfecto y será cuestión de seguir mejorando para encontrar mayor regularidad durante los 90 minutos y dejar de lado los problemas al corazón de los hinchas que la viven desde la tribuna.
► ¡Duelo colombiano! Los onces del ‘Bolillo’ y Rueda para el Ecuador vs Chile de Copa América [FOTOS] ► Un día triste para el fútbol: Fernando Torres anunció su retiro como profesional a los 35 años ► ¡Más de 120 millones sobre la mesa! El ofertón del Real Madrid por Joao Félix que rechazó el Benfica ► Se viene un partidazo: Barcelona anunció a su rival para disputar el próximo Trofeo Joan Gamper