Han pasado décadas desde que Goku, el protagonista de Dragon Ball, dijo adiós al báculo sagrado, una poderosa arma que sirvió en los combates más difíciles. El artículo ayudó al pequeño Goku a derrotar villanos como Tao Pai Pai y alcanzar la cima de la Torre Karin. Digamos que sirvió para muchas cosas, pero pocos recuerdan cuál fue su destino final.
El báculo sagrado fue un regalo del abuelo Gohan para que el pequeño Goku llegara a la Torre de Karim algún día. El tiempo pasó y el Saiyajin se hizo cada vez más fuerte hasta el punto de volar y teletransportarse, por lo que ya el báculo era innecesario.
En Dragon Ball Z, el báculo aparece conectando la Torre de Karim con el palacio de Kami-Sama y lo mismo sucedió hasta Dragon Ball Super. Ya para el capítulo 83 de la última saga, el báculo sagrado fue retraído por Dendé para mover el Palacio de Kami-Sama hasta la Isla Monstruo y mostrarle a Gokú donde vivía el Androide 17 antes del Torneo del Poder.
Desde ese momento, los seguidores de Dragon Ball perdieron el rastro al báculo sagrado. Podemos suponer que está guardado en la Torre de Karim o fue colocado nuevamente en su lugar para que los personajes que no sepan volar también lleguen hasta la cima.
Los seguidores de Dragon Ball saben que Akira Toriyama se inspiró en una novela china. De hecho, Goku está basado en uno de los personajes, pero ¿sabías que Bulma tiene su origen en una persona real e históricamente importante para la cultura asiática?
En caso de que te interese la literatura oriental, especialmente la china, varios pasajes y personajes de Dragon Ball están inspirados en “Journey to the West” o “Viaje al Oeste”, una novela china publicada en el siglo XVI y atribuida a Wu Cheng’en.
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