Actualmente, Dragon Ball Super desarrolla una historia bajo el nombre ‘El prisionero de la Patrulla Galáctica’. El nuevo villano del universo 7 tiene la capacidad de absorber el ki de sus enemigos y de los planetas, pero los saiyajins se las arreglaron para vencerlo.
Como es de esperarse, los saiyajins se entrenaron para poder vencerlo. Goku, por su lado, aprendió a dominar el Ultra Instinto; mientras que Vegeta se fue al planeta Yardrat para conseguir nuevos poderes.
El capítulo 66 arranca desde el terrible error que cometió Goku: le dio una semilla del ermitaño a Moro para que se cure y se entregue a la Patrulla Galáctica. Por supuesto, el villano no cumplió con su palabra y ahora se ha fusionado con la Tierra.
Whis le da la clave a Goku para vencer a Moro: hay que romper la gema de su frente para que pierda el poder de Merus. Por supuesto, Vegeta es fundamental para este plan.
Recordemos que el manga de Dragon Ball Super mostró que Vegeta aprendió un nuevo poder: la partición del espíritu. Pues se le recomienda que lo utilice de forma inversa; en otras palabras que utilice el ki de otros para dársela a Goku y que tenga una oportunidad más de liberar el Ultra Instinto.
Básicamente, si no es por Vegeta, no hubiera terminado bien la saga de la Patrulla Galáctica. Pese a estar por detrás de Goku, el personaje se ha consolidado en la historia de Akira Toriyama como uno de los más importantes.