Dragon Ball Super y los Avengers tienen algo en común: el problema de los viajes temporales. Cada producción trata de tener una perspectiva original y sencilla de explicar según las circunstancias narrativas. No obstante, los errores suelen ser comunes en las producciones que alteran el sistema temporal.
En la sexta saga de Dragon Ball Z, Trunks del Futuro retrocede en el tiempo después de que el mundo fuera devastado por los androides 17 y 18. En sus viajes temporales, salva la vida de Goku, quien habría de lo contrario muerto de una enfermedad cardíaca, y trabaja con el Saiyajin y el resto del grupo, incluido su padre, Vegeta, para detener a los androides antes de que destruyan el mundo tal como lo conocen.
Trunks regresa al futuro con la esperanza de haber deshecho toda la destrucción que una vez conoció. Desafortunadamente, el futuro permanece inalterado a pesar de los cambios hechos en el pasado.
En Avengers: Endgame, los Vengadores viajan en el tiempo a través del Reino Cuántico para recolectar las Gemas del Infinito y así deshacer el Snap hecho por Thanos al final de Infinity War.
Ahora vayamos con las preguntas clave. ¿Por qué los Vengadores no pudieron simplemente retroceder en el tiempo antes de que Thanos tomara el poder y detener al Titán Loco antes de que comenzara su misión genocida? ¿Y por qué no cambió el futuro de Trunks después de que derrotó a los androides en el pasado?
La respuesta a ambos tiene en común el mismo problema: cualquier cambio en el pasado no altera el futuro. Como explica Hulk en Endgame, cuando alguien retrocede en el tiempo, el pasado se convierte en el futuro de esa persona, dividiendo así la línea de tiempo y separando la que cambió de la que originó el viajero.
Las mismas reglas descritas en Avengers: Endgame se prueban ciertas en Dragon Ball. Trunks no puede cambiar su línea de tiempo, pero tiene éxito en la creación de una nueva, una en la que Goku sobrevive a su condición cardíaca y Cell y los androides son atendidos antes de que puedan infligir un daño real.
En resumidas cuentas, Dragon Ball y Marvel Cinematic Universe parecen estar de acuerdo en que cambiar el pasado no tiene ningún impacto en el futuro. La regla parece sencilla, pero abre un universo de posibilidades que puede confundir a cualquier fanático.
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