Black Widow entregó su vida para salvar al mundo en Avengers: Endgame. Las consecuencias de su muerte se verán en la Fase 4 con Yelena Belova asumiendo la nueva identidad, así como el significado de su entrega por el bien de Hawkeye que se había convertido en el mercenario Ronin. De hecho, el tercer episodio de Hawkeye nos recuerda el valor de la Black Widow de Natasha Romanoff para el desarrollo de Clint Barton y cómo es que deberíamos recordarla.
La serie Hawkeye empieza con los planes de vacaciones de Clint Barton con sus hijos, pero todo cambia cuando Kate Bishop (Hailee Steinfeld) usa su antiguo atuendo de Ronin mientras lucha contra criminales. Ahora, los viejos enemigos de Ronin están tras la pista de Bishop, y Hawkeye se encarga de aclarar la situación.
Al inicio de la tercera entrega, vemos a Hawkeye capturado por los Tracksuit Draculas y siendo interrogado por Echo, la cabecilla de la banda criminal. La intención de Clint Barton es hacerles creer que Ronin murió a manos de Black Widow y que solo él es testigo del hecho.
Obviamente, sabemos que esto es una mentira a medias. Metafóricamente, Black Widow sí mató a Ronin cuando Natasha acudió donde Clint para reclutarlo en las nuevas operaciones de los Vengadores. Tras una sensible charla, Black Widow convence a Clint de que Ronin no solucionará nada ni traerá a su familia de regreso tras el chasquido de Thanos.
La escena, entonces, confirma que la heroica muerte de Black Widow acabó con Ronin. Después de que Black Widow entregó su vida por los Vengadores para derrotar a Thanos, no había forma de que Hawkeye pudiera volver a ser Ronin. Al decir que Black Widow mató a Ronin, Hawkeye continúa honrando el trágico sacrificio de su amiga.
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