En los cómics de Marvel, hubo un gran conflicto entre el bando de Capitán América y el de Iron Man debido a que el primero buscaba que los superhéroes conservaran su identidad secreta y actuaran bajo las indicaciones de su propia moral. Mientras tanto, el otro bando apoyaba la iniciativa del Gobierno de los Estados Unidos que abogaba por el registro de superhéroes.
Esta historia fue adaptada brevemente en la cinta “Capitán América: Guerra Civil”. Sin embargo, nunca quedó en claro qué es lo que sucedió con los Acuerdos de Sokovia; recordemos que los Vengadores debían firmar para responder al llamado de la Organización de las Naciones Unidas y no actuar por cuenta propia. Todo esto con el objetivo de minimizar el daño colateral de sus conflictos.
Al final simplemente no se llega a buen puerto, ya que Capitán América y su equipo quedó en la clandestinidad hasta “Avengers: Infinity War”, en donde Thanos obliga a reactivar todos los equipos de superhéroes.
El capítulo 8 de la serie “She-Hulk” ha sido realmente revelador e impactante. No solo porque apareció Daredevil, sino por la mención a Sokovia y de lo que sucedió tras el chasquido de Hulk en “Avengers: Endgame”.
“Debo recordarles que el Acuerdo de Sokovia han sido derogados”, comenta Matt Murdock en el breve juicio que tiene contra el equipo de Jennifer Walters. Por este motivo, vemos que hay un total descontrol con la aparición de nuevos superhéroes y villanos durante la fase 4 del UCM.
“En She-Hulk: Abogada, Jennifer Walters (Tatiana Maslany), una abogada que se especializa en casos legales orientados a los sobrehumanos, debe navegar la complicada vida de un soltero de 30 y tantos años que también resulta ser un verde de 6 pies 7 pulgadas. Hulk con superpoderes de una pulgada.”
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