Solo el tráiler de esta película dejó en pánico a 40 niños de una sala de cine en Australia Occidental. Los pequeños esperaban la proyección de “Peter Rabbit” cuando apareció el adelanto de una de las cintas de terror más escalofriantes de los últimos años. Se estrenó en 2018 y, desde entonces, solo ha recibido elogios. Para el gusto de los amantes del género, la ficción se encuentra disponible en la plataforma de streaming Netflix.
Encontrar una historia visual y narrativamente atractiva en la pantalla grande es cada vez más difícil por la enorme cantidad de filmes que aparecen cada mes. El género más popular, para el lamento de muchos, ha caído en una repetitiva y tediosa fórmula, destacando el volumen alto de los altoparlantes.
Por ello, se agradece el lanzamiento de cintas como “Get out”, “Smile”, “Evil Dead: El despertar”, propuestas que se salen del típico esquema y entregan una mirada fresca a los miedos que nos persiguen hasta la actualidad.
Esta cinta de Netflix se encuentra en ese camino, a pesar de mantener ciertas tendencias como posesiones demoníacas y sectas. La fórmula también puede ser alterada de una forma que el terror llegue a calar bien en el público, no solo asustándolo con bocinazos sin sentido.
“Hereditary” (“El legado maldito” en español) es la película de terror que destaca en el catálogo de la plataforma de streaming Netflix. La cinta de Ari Aster, quien luego dirigió a Joaquin Phoenix en “Beau is Afraid”, tiene una duración de dos horas, tiempo suficiente para dejar un miedo inolvidable en los espectadores.
El filme cuenta la historia de la familia Graham y empieza con el entierro de la matriarca, Ellen Taper Leigh. El velorio impacta por lo extraño que es desde la mirada de sus personajes principales: nadie reconoce a algunos desconocidos que asisten al lugar, todos hermanados en una atmósfera turbia.
Esa es una de las grandes virtudes de la ficción: vamos entrando a la boca del monstruo de a pocos, con desconocimiento y sospechas, como lo hacen Annie (Toni Collette), Peter (Alex Wolff), Steve (Gabriel Byrne) y Charlie (Milly Shapiro). No hay una casa embrujada o una posesión desde el inicio, pero sí mucho conflicto familiar y una desconexión con los demás por parte de la última de la familia Graham.
Así es cómo la muerte de uno de ellos genera un hilo que irá desentrañando más secretos y brutalidades detrás de la herencia de Ellen. En cada escena, la película toma un tinte más inquietante hasta llegar al clímax con una escenografía impactante: una ceremonia para rendirle culto a un demonio.
De esta manera, “Hereditary” ha quedado entre los títulos más celebrados por la crítica y el público del género del terror. Los momentos escalofriantes no se quedan en el primer impacto, sino que permanecen latentes por el gran despliegue narrativo de la intriga y de la ruptura de la cotidianidad con un secreto que hereda, en silencio y sin escapatoria, la familia Graham.
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