Anya Taylor-Joy se ha asentado en Hollywood después de protagonizar diversos proyectos. Uno de ellos fue “Gambito de dama”, la conocida serie de Netflix sobre una jugadora de ajedrez. Aunque ahora su vida parece ser perfecta, no siempre fue así, ya que pasó por una infancia muy difícil.
Muchos aseguran que su interpretación de Beth Harmon fue lo que la hizo saltar a la fama, pero, en realidad, ya había tenido papeles importantes mucho antes. Empezó a estar en el foco de interés cuando protagonizó “La bruja”, la película de terror de Robert Eggers en la que demostró su talento con solo 19 años.
Posteriormente, formó parte de grandes títulos como “Fragmentado” (2016), “Glass” (2019), “Peaky Blinders” (2019-2022), “Emma” (2020), entre otros.
Actualmente, es una de las actrices más celebradas y sus más recientes proyectos han sido “The Menu”, junto a Ralph Fiennes y Nicholas Hoult. Asimismo, forma parte de “Amsterdam”, la nueva película del polémico director, David O. Russell, quien ha reunido a una larga lista de intérpretes de renombre como Robert De Niro, Rami Malek, Christian Bale, Margot Robbie, entre muchos más.
Anya Taylor-Joy está disfrutando de la fama del momento, pero sigue recordando sus inicios como inmigrante y los difíciles episodios de bullying que vivió.
LA DIFÍCIL INFANCIA DE ANYA TAYLOR-JOY
Anya Taylor-Joy vivió sus primeros años en la ciudad de Buenos Aires en Argentina, país de origen de su padre. Después de cumplir seis años, se mudó junto con su familia a Londres y esto fue un gran choque para ella. No solo se sentía fuera de lugar, sino que también fue víctima de acoso escolar por parte de sus compañeros.
“Era muy solitaria de niña, me sentía tan aislada”, explicó al medio The Sun. “Los niños (de la escuela) no me entendían de ninguna forma. Solían encerrarme en los casilleros. Pasé mucho tiempo en la escuela llorando en los baños”.
El motivo del bullying fue por no hablar inglés, ya que su lengua materna era el español. Otra de las razones también eran sus grandes ojos, los que ahora son uno de sus rasgos más destacados y reconocidos.
“Diría que he llegado a amar mis ojos. Cuando era pequeña me hacían bullying por ellos. Ahora, parece que son lo que la gente quiere de mí. Así que sí, es una historia divertida”, dijo a ET.
EL SECRETO DE ANYA TAYLOR-JOY PARA SUPERAR LAS CRÍTICAS
El acoso que sufrió de niña impactó gravemente en ella, ocasionándole muchas inseguridades. Sin embargo, Anya Taylor-Joy logró superarlas gracias al apoyo y consejos de su madre.
En una entrevista en “The Drew Barrymore Show”, contó que su progenitora le sugirió que el valor de las personas provenía del interior.
“Mira en el interior de las personas, no en su exterior ¿Te gusta el corazón de esa persona?”, fue lo que le dijo.