Fito Páez y Charly García son dos íconos del rock argentino cuyos caminos se cruzaron hace varias décadas; si bien, trabajaron juntos en un principio y luego siguieron sus caminos por separado, ellos forjaron una amistad que va más allá de la música. Pero ¿cómo se conocieron e iniciaron ese viaje por los escenarios y estudios de grabación? En los siguientes párrafos te lo contamos.
Cabe precisar que en la serie de Netflix “El amor después del amor” narran el vínculo entre ambas estrellas, que tienen una profunda admiración mutua. La biopic de ocho episodios está disponible en la plataforma de streaming desde el pasado 26 de abril de 2023.
En diciembre de 1982, Fito Páez formaba integraba la banda de Juan Carlos Baglietto, quien por aquel entonces presentaba su segundo disco “Actuar para vivir”. La agrupación estaba lista para deleitar a su público cuando de pronto apareció en el camarín Charly García, a su lado estaba Andrés Calamaro.
Ni bien ingresó, el intérprete de “Demoliendo hoteles” se dirigió a aquel muchacho rosarino de 19 años encargado del teclado y le preguntó por qué tenía “mala onda” con él. En su defensa, un joven Fito le dijo: “¿Cómo voy a tener mala onda con vos que sos todo en mi vida? (…). Maestro, amo su música más que a nada en este mundo”, publica Infobae.
Tras ello, la banda salió a escena y, como era de esperar, Páez sorprendió a García. Poco tiempo después recibió el llamado del empresario argentino Daniel Grinbank, quien le dijo que Charly quería tenerlo en su nuevo grupo. ¡Un sueño hecho realidad! De esta manera, él iba a formar parte del segundo disco de su ídolo, quien había iniciado su carrera en solitario.
Cuando Fito Páez llegó a la oficina donde lo habían citado, entró Fabiana Cantilo, la corista de la agrupación, de quien quedó enamorado por su “belleza sobrenatural”, tal como la describe en su libro de memorias Infancia & juventud.
Mientras admiraba su belleza, ingresaron de forma inesperada Charly García, el baterista Willy Iturri, el guitarrista Pablo Guyot, el bajista Alfredo Toth y los saxofonistas Daniel Melingo y Gonzo Palacios. Tras las presentaciones respectivas y algunas palabras se dirigieron al departamento del intérprete de “No me dejan salir”.
En octubre de 1983 comenzaron los ensayos y la química entre Fito y Fabiana fue cada vez más fuerte, por lo que comenzaron a frecuentarse, pero no como amigos; sin embargo, había un problema: Charly salía con ella, aunque no era una relación de exclusividad, ya que la joven tenía novio, lo mismo el artista. Pese a todo, la atracción entre la corista y Páez venció, algo de lo que se enteró García en medio de una gira cuando estaban en Córdoba.
¿Cómo lo tomó? Hizo que el tecladista toque de espaldas, pero quizá no se percató que en esa ubicación, Fito miraba directamente a Fabiana, con quien tuvo un romance hasta 1990.
Cuando en noviembre de 1986, la abuela y tía de Fito Páez fueron asesinadas mientras él estaba de gira en Brasil, Charly García y su novia Zoca estuvieron a su lado, al igual que Fabiana.
Poco tiempo después, Páez empieza su carrera como solista, y aunque a Charly no le cayó bien que dejara su banda, no se ensañó con él en sus comentarios, pese a algunos dardos que le lanzaba.
Por su parte, Fito no se cansaba de elogiar a García, a quien le dedicó la portada de su álbum “Rock and Roll Revolution” en 2014, en él aparecía, en una foto blanco y negro, el cantante a quien admiraba con el torso desnudo durante su juventud.
Cuando en el año 2000, el intérprete de “No voy en tren” se lanzó desde una ventana del noveno piso de un hotel hacia una piscina en Mendoza, Páez le compuso el tema “Vale”. Así como este, hay muchos eventos más que demostraron la gran admiración y respeto que siempre le tuvo el cantante de “Mariposa tecknicolor” a su maestro.
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