Basada en la novela del mismo nombre de Kristin Hannah, “El baile de las luciérnagas” (“Firefly Lane” en su idioma original) es la nueva serie de Netflix protagonizada por Katherine Heigl y Sarah Chalke. Desde su estreno, el pasado 3 de febrero, el drama ha ocupado las primeras posiciones del top 10 en España, Estados Unidos y varios otros países más, convirtiéndose en la favorita del público.
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Desarrollada por Maggie Friedman para Netflix, la serie sigue la historia de Kate y Tully, dos mejores amigas que prácticamente crecen juntas tras conocerse desde la adolescencia. Ellas atraviesan todo tipo de situaciones durante más de 30 años, resolviendo problemas personales y profesionales en tres líneas de tiempo diferentes, dando saltos entre el pasado y el presente para explicar mejor la historia.
Kate y Tully se conocieron en la década de 1970 mientras asistían a Reeves Junior High School y se volvieron aún más cercanas mientras perseguían sueños profesionales en Seattle de 1980. Cada episodio de la temporada 1 de “El baile de las luciérnagas” va y viene a través del tiempo, proporcionando el contexto apropiado para lo que los personajes viven en el 2003.
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Durante la adolescencia de Kate, se ve que ella usaba unas gafas grandes que no le quedan y que se le caen constantemente de la nariz; mostrándola como una chica nerd. La novela original de Kristin Hannah explica por qué.
En la década de 1970, Kate, de 14 años, usaba lentes ligeramente diferentes en la novela “Firefly Lane” de Kristin Hannah. Se describen como “anteojos con montura de cuerno” que están “irremediablemente desactualizados”.
Según Screenrant, los lentes masivos y las monturas gruesas que Katie usa en el desfile no eran infrecuentes en 1970. Sin embargo, la familia de Katie no puede pagar anteojos nuevos, lo cual es una situación extremadamente común y fácil de identificar para muchos niños y adolescentes que usan anteojos.
Es comprensible que una familia de clase trabajadora con dos hijos no pueda permitirse comprar anteojos nuevos cada vez que cambia el estilo popular, o incluso comprar un estilo popular para empezar.
Cabe señalar que, en el cine y la televisión, los anteojos se utilizan a menudo para exagerar el hecho de que alguien es sencillo, tímido e irreconocible cuando se quita las gafas. Pero a pesar de que el tropo nerd probablemente estaba en juego para Kate en la temporada 1 de “Firefly Lane”, hay una línea en el libro en la que se basa la serie que explica aún más las gafas de Kate.
Al final, los anteojos de gran tamaño de Kate logran su propósito al reflejar el estado de clase trabajadora de su familia y sirven para hacerla parecer modesta y nerd. El par de anteojos no le queda tan bien a la actriz Roan Curtis, quien probablemente no actuó la mayoría de las veces que tuvo que evitar que los gigantes anteojos se le cayeran de la cara.
Aunque la serie de Netflix no hace hincapié en que Kate cambie sus gafas por un estilo más moderno, la implicación es la misma: Kate era una adolescente incómoda que se convirtió en una mujer mucho más elegante y una adulta adinerada.