CUIDADO, ALERTA DE SPOILER. “El cuerpo en llamas” (“Burning Body” en inglés) es una serie española de Netflix que se basa en el crimen de la Guardia Urbana que tuvo lugar en 2017 cuando un hombre apareció calcinado en el pantano de Foix, en Barcelona, y que sigue a los principales sospechosos del asesianto de Pedro Rodriguez (José Manuel Poga): su novia Rosa Peral (Úrsula Corberó) y la amante de esta Albert López (Quim Gutiérrez).
La ficción dirigida por Jorge Torregrossa y Laura Mañá, escrita por Laura Sarmiento empieza con la policía encontrando el automóvil de Pedro y un cuerpo carbonizado en su interior. Aunque no pueden realizar pruebas de ADN, confirman que se trata de Rodríguez gracias a una placa que tenía por una operación en la espalda.
La detective Ester Varona (Eva Llorach) es la encargada de investigar el caso y de darle la perturbadora noticia a Rosa, quien se muestra conmocionada y muy afectada, sobre todo porque se encuentra en medio de una lucha legal contra su exesposo Javier (Isak Férriz) por la custodia de su hija Sofía.
¿QUÉ SUCEDIÓ AL FINAL DE “EL CUERPO EN LLAMAS”?
Desde el primer momento, Rosa acusa a Javi e incluso pide protección porque teme por su seguridad y la de su hija. Debido a que Pedro desapareció el 2 de mayo de 2017 y poco antes su teléfono fue rastreado cerca de la casa de Javi, Ester comienza a indagar en el pasado de Rosa y su exesposo.
Javier conoció a Rosa cuando era bailarina en una discoteca, empezaron una relación seria, ella se convirtió en policía urbana y él en mozo de escuadra, pero el romance se terminó debido a una infidelidad de Peral, quien se involucró con un superior que al parecer difundió una fotografía íntima.
Tras el escándalo, Rosa pide que la cambien de central y entabla una demanda. Javier decide perdonar a Rosa, tienen una hija y se casan. No obstante, Rosa se relaciona con su compañero Albert, algo de lo que todos en la estación tenían conocimiento y que Javi empieza a sospechar.
En “El cuerpo en llamas”, a medida que avanza la investigación, Ester se da cuenta de que el triángulo amoroso ahora es un cuadrado, por lo tanto, descarta a Javier como sospechoso y se enfoca en Rosa y Javier, quiénes aseguran que su relación solo fue física y que terminó hace mucho. No obstante, las piezas no encajan y la inspectora interroga a los sospechosos.
Rosa cuenta que su matrimonio con Javier terminó debido a que él la dejó por Carmen tras descubrir su engaño con Albert. Posteriormente, inició su relación con Pedro, quien abandonó a su esposo e hijo para formar una nueva familia con la oficial urbana. Incluso le pidió matrimonio y planeaban tener un hijo.
Aunque Rosa asegura que Pedro desapareció el 2 de mayo luego de una discusión, Ester no le cree y sospecha que los mensajes que Rodríguez envió ese día en realidad fueron escritos por su asesino. Lo confirma cuando los padres de Rosa admiten que mintieron en su testimonio al decir que vieron a Pedro el día 2. Además, descubre que el 1 de mayo, Rosa, Pedro y Albert estaban en casa de la primera.
El juicio de Rosa y Albert
Cuando Rosa es arrestada les dice a sus padres y a su abogado que fue Albert quien mató a Pedro con un hacha y que ella lo ocultó por temor a que lastimara a su hija. Por su parte, Albert indica que fue ella quién asesinó a su pareja porque quería terminar su relación y él solo la ayudó a deshacerse del cuerpo.
Tres años después, se lleva a cabo el juicio. Mientras Rosa y Albert se culpan mutuamente, surgen más pruebas en su contra, Sofía contó que vio a su madre cubierta de sangre y un amigo de Albert reveló que le preguntó por el método más efectivo para matar a alguien y no ser atrapado.
Cerca del final de “El cuerpo en llamas”, Ester presenta pruebas de que Rosa y Albert habían planeado juntos el asesinato de Pedro, asimismo, detalla los eventos. El 1 de mayo de 2017, Pedro y Rosa discutieron, así que ella llamó a Albert para ponerse de acuerdo. Aunque el amante debía llevar otro teléfono, se confundió y quedó al descubierto.
Rosa drogó a Pedro y lo envió al sótano a poner trampas para roedores. Cuando Rodríguez quedó inconsistente, Rosa lo golpeó con un objeto contundente. Al día siguiente, envió a su hija a casa de sus padres, envió los mensajes desde el teléfono de Pedro, llevó el teléfono a casa de Javi para incriminarlo y se deshizo del cuerpo con ayuda de su amante.
Finalmente, el jurado declara a Rosa y Albert culpables de asesinato premeditado. La primera recibe una condena a 25 años de prisión, mientras que Albert es sentenciado a 20 años de cárcel. Ambos presentan recursos de apelación, pero el Tribunal Supremo los desestima.