Netflix continúa expandiendo su catálogo de especiales de comedia con la reciente incorporación de “The Dreamer”, protagonizada por el conocido comediante Dave Chappelle. Sin embargo, en lugar de provocar risas, su monólogo humorístico ha desencadenado un diluvio de críticas. Descubre a continuación las razones detrás de la polémica generada por este último trabajo de Chappelle.
El especial más reciente del renombrado comediante, “The Dreamer”, debutó en Netflix el 31 de diciembre. Chappelle, conocido por su estilo irreverente y su habilidad para abordar temas espinosos, se sumerge en una retrospectiva de sus primeros años en el mundo del entretenimiento.
Sin embargo, los primeros minutos del especial son precisamente lo que ha generado una controversia desmedida.
LAS CRÍTICAS A DAVE CHAPPELLE POR “THE DREAMER”
Dave Chappelle ha vuelto a la carga con su explosivo especial de comedia “The Dreamer”. Desde los primeros 12 minutos del set, el cómico no pierde tiempo en volver sobre uno de sus temas recurrentes: las personas transgénero.
Inicia el especial compartiendo una anécdota sobre su visita a Jim Carrey durante el rodaje de “Man on the Moon” en 1999, donde Carrey brillaba interpretando a Andy Kaufman.
Chappelle, con su característico toque de sarcasmo, revela sentirse decepcionado por pasar el día con Carrey haciendo de Kaufman, concluyendo con un comentario incendiario: “Así es como me hacen sentir las personas trans”.
Esta provocación no ha pasado desapercibida, desencadenando críticas y avivando el fuego de la cancelación en torno a Chappelle.
DAVE CHAPPELLE, ¿TRANSFÓBICO O SOLO HUMOR?
La clase de bromas que hace Dave Chappelle, al igual que muchos otros comediantes siempre son materia de debate acerca de si el humor tiene límites o se pueden tocar toda clase de temas, incluyendo hacer burla de poblaciones vulnerable o situaciones de violencia.
Evidentemente, Chappelle es partidario de la segunda opción, pues es consciente de las críticas, pero aún así continúa su rutina habitual o, incluso, se burla de aquellos que piensan que no debería hacer ese tipo de humor.
Como si no hubiera sido suficiente con su comentario al inicio del especial, declaró ante su audiencia: “Si pensaron que me burlaría nuevamente de esas personas (trans), están en el lugar equivocado. Ya no juego con ese tema. No vale la pena. No diré nada al respecto. Quizás unas tres o cuatro veces esta noche, pero eso es todo. Estoy harto de hablar de ellos”.
Además, dijo que para calmar las aguas con la comunidad LGBT cambiaría el foco de sus bromas a las personas “discapacitadas”, porque “no están tan organizados como los gays”.
Lo cierto es que las bromas de Chappelle no son solo bromas, pues en varias ocasiones las ha utilizado como una especie de crítica a políticas sociales de estados más liberales como California.
En su especial de Netflix de 2021, “The Closer” también bromeó: “Dios no permita que alguna vez vaya a la cárcel. Pero si lo hago, espero que sea en California. Tan pronto como el juez me condene, diré: “Antes de que me condene, quiero que el tribunal sepa que me identifico como mujer”. Envíame a una cárcel de mujeres. Tan pronto como llegue allí, sabrás lo que haré. ‘Dame tu cóctel de frutas, perra, antes de que te rompa los malditos dientes. Soy una chica, como tú, perra. Ven aquí y chúpame la polla de chica que tengo. No me hagas explicarme. Soy una chica’”.
No solo utilizando la batalla de las personas transgénero para que el gobierno reconozca su identidad, sino caricaturándola como un conducto para que depredadores ejerzan violencia en mujeres.
¿Son simples bromas inofensivas o chistes de mal gusto disfrazados de humor? ¿Es acaso el precio del entretenimiento el menosprecio y la burla hacia aquellos que ya luchan por ser comprendidos? Algunos defienden su derecho a la libre expresión, pero habría que cuestionarnos qué tan lejos puede llegar.