“Todos los días la misma noche” es una miniserie brasileña de Netflix inspirada en el trágico incendio de la discoteca Kiss, que se cobró las vidas de 242 jóvenes en Santa Maria (Río Grande del Sur, Brasil) en 2013. La ficción que se estrena el 25 de enero de 2023 cuenta con Julia Rezende como directora general, con Carol Minêm como directora y Gustavo Lipsztein como guionista.
La miniserie de cinco episodios se basa en el libro de 2018 “Todo dia a mesma noite: A história não contada da boate Kiss”, obra de la premiada periodista brasileña Daniela Arbex, y cuenta con un elenco conformado por actores como Debora Lamm, Thelmo Fernandes, Paulo Gorgulho, Bianca Byington, Leonardo Medeiros, Raquel Karro, Bel Kowarick, Erom Cordeiro, Laila Zaid, Flávio Bauraqui, Paola Antonini, Nicolas Vargas, Manu Morelli, Luan Vieira, Miguel Roncato y Sandro Aliprandini.
De acuerdo con Netflix, “Todos los días la misma noche” “revela la historia no contada de la una de las mayores tragedias de Brasil: desde la investigación policial hasta las circunstancias que desencadenaron el incendio y la incansable lucha por la justicia librada por los familiares de las víctimas. Una lucha que continúa 10 años después”. Pero ¿cuál es la historia real detrás de la miniserie brasileña?
LA VERDADERA HISTORIA DETRÁS DE “TODOS LOS DÍAS LA MISMA NOCHE”
El suceso conocido como la tragedia de la discoteca Kiss ocurrió el 27 de enero de 2013 en el club nocturno, situado en el número 1925 en la Rua dos Andradas en el centro de la ciudad de Santa María. Durante la fiesta llamada “Agromerados” organizada por estudiantes de seis universidades y cursos técnicos de la Universidad Federal de Santa María (cursos de Pedagogía, Agronomía, Medicina Veterinaria y Zootecnia) se produjo un gran incendio.
La fiesta comenzó la noche del sábado 26 de enero de 2013, pero la tragedia se desató cuando la banda Gurizada Fandangueira realizaba su presentación con un show de pirotecnia. Según informó El Mundo en su momento, alrededor de las 2:30 a. m. (hora local), el vocalista del grupo musical encendió un fuego artificial conocido como “Lluvia de plata”, que impactó contra el material de aislamiento acústico del techo, “lo que hizo que se propagara rápidamente las llamas y se extendiera una densa humareda en el recinto”.
Aunque la banda intentó apagar las primeras llamas con agua y un extintor, en cuestión de minutos el fuego se extendió por toda la discoteca Kiss. De acuerdo con los testimonios de los sobrevivientes, los guardias de seguridad del evento pensaron que se trataba de una pelea y cerraron las puertas del club para evitar que los asistentes se fueran sin pagar.
Esto provocó que las jóvenes se amontonaran forzando la salida. Asimismo, otros forzaron las puertas de los baños, creyendo que se trataba de las salidas de emergencia que en realidad no existían. Debido a esto último, el 90% de los cuerpos estaban en el cuarto de baño.
Las víctimas de la tragedia de la discoteca Kiss
La tragedia dejó un saldo de 242 personas muertas y 636 heridos. Por lo que es considerado el segundo incendio de Brasil con más víctimas, solo superado por la Tragedia del Gran Circo de América del Norte, sucedida en 1961 en Niteroi, donde fallecieron 503 personas.
Más tarde, las autoridades informaron que la mayoría de las víctimas no fallecieron por consecuencia de quemaduras, si no que fue por asfixia, ya que inhalaron los gases tóxicos liberados por una espuma que forraba el techo de la discoteca para reducir los ruidos, mientras que otras fueron pisoteadas.
“Cuando llegué, analizamos la escena y vimos que había una capacidad máxima de 1.000 personas, pero según entendimos había alrededor de 2.000, y por tanto había un caso de sobreaforo”, señaló en su momento Guido de Melo, jefe de bomberos de Río Grande del Sur, a la cadena estadounidense CNN.
Irregularidades en el club
- Una sola salida (y poco espaciosa).
- Uso de bengalas en el interior.
- Hacinamiento (había 1.300 personas, cuando la capacidad máxima era 691).
- Material de revestimiento inapropiado.