Alexa está en problemas. El asistente digital de Amazon publicó sin consentimiento una conversación privada que estaba teniendo un pareja de Estados Unidos en su casa.
El caso sucedió en Portland (Oregon), donde Danielle y su marido recibieron hace dos semanas una llamada desconcertante desde Seattle: un empleado del hombre les decía que habían sido víctimas de un hacker y que desconectaran enseguida a Alexa.
Según el medio Kiro 7, el hombre les dijo que había recibido unos archivos de audio grabados dentro de su casa y, ante la incredulidad de la pareja, este les reveló que habían estado hablando de suelos de madera, además de enviarles la prueba.
"Me sentí invadida -indicó Danielle al medio-, una invasión total de la privacidad. Inmediatamente dije: 'Nunca voy a enchufar ese aparato dentro (de la casa), porque no me fío de él".
Amazon informó de que sus ingenieros habían confirmado en los registros lo que la pareja alegaba y, aunque les ofrecieron repetidas disculpas, no especificaron por qué Alexa había cometido ese error o si era generalizado.
En declaraciones a la agencia EFE, un portavoz de Amazon explicó que el altavoz inteligente, Echo, se "despertó" al escuchar una palabra, en una conversación de fondo, que sonaba como "Alexa", la clave para dar órdenes de voz, y el diálogo que siguió después fue escuchado como una petición de "enviar mensaje".
El dispositivo dijo en alto "¿a quién?", y "en ese momento, la conversación de fondo se interpretó como un nombre en la lista de contactos del cliente". Cuando Alexa pidió una confirmación de ese comando entendió "correcto", de nuevo, entre la palabrería.