¿Qué tan “segura” es tu cara? La pregunta suena divertida pero no lo es tanto cuando tus datos personales están de por medio en Android y iOS. Los expertos de Kaspersky alertan sobre la “estafa de la cara falsa” en América Latina. En esta movida cibernética, los villanos están usando fotos de maniquíes y de sus víctimas para abrir cuentas bancarias y pedir préstamos, y están jugando al escondite con las apps biométricas de las instituciones financieras.
La clave es entender la biometría facial, una especie de análisis geométrico de tu cara para distinguirte de otros. Los programas comparan tu cara con una especie de lista de caras conocidas, como si fueras un VIP en el mundo digital. Pero los hackers están imprimiendo fotos tuyas, pegándolas en maniquíes hasta acceder a las cuentas sin escribir una contraseña.
Los ciberdelincuentes agarran cualquier foto tuya que encuentren, como las de documentos o las de tus andanzas en las redes sociales, la imprimen en tamaño mega y la pegan en un maniquí. Así, cuando se trata de pasar la verificación facial, engañan al sistema, se llevan tu identidad y nadie se da cuenta hasta que se detectan actividades sospechosas.
“Es importante destacar que, para evitar ser víctima, la biometría no debe ser la única forma de ingresar al dispositivo o cuenta”, comenta Fabio Assolini, director del Equipo Global de Investigación y Análisis para América Latina en Kaspersky. “Aunque facilita la vida cotidiana, recordemos que la conveniencia es enemiga de la seguridad. Además de la biometría, sugerimos emplear otro paso de seguridad para complementar, ya sea con una contraseña con el uso de dígitos u otra biometría disponible. Un dispositivo seguro no es aquel al que sea más fácil acceder, sino el que cuenta con más capas de seguridad”.
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