Hay acuerdos comerciales que son difíciles de creer. Esto es lo que viene sucediendo con Apple y sus intenciones de vender el iPhone X (modelo de 2018) a US$899. Resulta que el gigante de Cupertino está pidiendo a Samsung que baje el precio de sus pantallas OLED.
Las conversaciones entre Apple y Samsung fueron reveladas por DigiTimes. El pedido de Apple es que la firma surcoreana baje los los precios en las órdenes de paneles OLED que Apple usará en sus lanzamientos del 2018. Al menos tres modelos usarán la pantalla que ofrece Samsung.
La estrategia de Apple es evadir las críticas luego de que el iPhone X actual saliera al mercado con un precio de US$999. Una rebaja en el precio de las pantallas hará que el precio final para el consumidor sea menor.
Mientras Apple anda en aprietos, Samsung tiene todas las de ganar. DigiTimes asegura que Apple duplicará las órdenes de pantallas OLED llegando a 100 millones en 2017.
Apple considera que la reducción de al menos 100 dólares hará que el público tenga una imagen del producto más accesible que a casi costar mil dólares. Solo es un juego de cifras para hacer creer que el producto es igual de accesible que la competencia de gama alta.