Dragon Ball Super: Broly, la última película de la franquicia japonesa, llego acompañado de una polémica. El actor de doblaje que le pone la voz a Broly, Vic Mignogna, es acusado por casos de homofobia, antisemitismo y acoso sexual desde el 2010.
Los seguidores de Dragon Ball Super: Broly ha sorprendido a millones en Estados Unidos, donde está por hacer historia en la taquilla. El tema es que esta buena noticia es opacada por una denuncia por presunto acoso sexual y homofobia por parte de un actor de voz.
A través de las redes sociales, muchas fanáticas manifestaron que durante las convenciones de Mignogna tuvo contacto inapropiado, que van desde los abrazos, besos y caricias, sin su consentimiento. Incluso cuando muchas de ellas eran menores de edad desde el año 2010, cuando era conocido por su participación en Fullmetal Alchemist.
Ademas, el actor mostró su homofobia al negarle autografiar imágenes de arte yaoi, que comprenden situaciones románticas entre dos personajes masculinos. Minogna mencionó que prefiere firmar "no firmar material que no sea canónico" y niega su homofobia diciendo que varios de sus más cercanos y queridos amigos son parte de la comunidad LGBTQ.
Respecto a su antisemitismo el texto apunta a un panel de años atrás en el que el actor afirmo que el ruido que provenía del otro salón como “un holocausto”, y explica que uso el termino como una supuesta metáfora de "armageddon", muerte y destrucción masiva, pero no el “el Holocausto”, aceptando que podría haber utilizado otra palabra menos polémica.
Finalmente, se creo una campaña bajo el nombre de #KickVic (“Echen a Vic”) que comenzó durante el fin de semana en las redes sociales fue respondida con una favor del actor con el mensaje #IStandWithVic (“Estoy con Vic”) que parecía espontánea hasta que aparecieron capturas de pantalla que mostraban que mismo Mignogna le pidió a sus fanáticos el apoyo en las redes.