La prohibición de a para que deje de usar el sistema operativo tiene a muchos preocupados sobre el funcionamiento del móvil en los próximos meses. Uno de los temas más inquietantes es saber cuál sería la alternativa a Google Maps, el servicio cartográfico de Google.

Vivir sin Google es posible, por lo que Huawei tiene cierta esperanza si es que sigue el modelo chino. Recordemos que en 2010 cuando Google cesó la mayoría de sus servicios (Gmail, Google Maps, etc.) en China debido a la censura del gobierno sobre los resultados del motor de búsqueda.

Lo que hicieron los fabricantes de móviles en China es ofrecer apps alternativas a la suite de Google. De esta manera, alrededor de 1.4 mil millones de chinos se despiertan diariamente para revisar WeChat en lugar de Gmail, navegar con Baidu en lugar de Google Maps y ver videos en Youku en lugar de YouTube.

La pregunta es si el resto del mundo querrá dispositivos que usen solo alternativas chinas. Bajo una lista negra de administración de Trump, Huawei tendrá que persuadir a los consumidores para que lo hagan, o reducir y limitarse al mercado chino.

Asimismo, Huawei quedaría aislada de hardware crucial como chips, procesadores y módems de Qualcomm, Intel y otras compañías estadounidenses.

Sin embargo, Huawei tiene suficientes reservas para mantener a la compañía en funcionamiento durante varios meses. Su filial HiSilicon también diseña y suministra chips para teléfonos inteligentes de Huawei, aunque los expertos de la industria dicen que sus chips no están a la par con los de EE.UU.

El presidente de HiSilicon, He Tingbo, escribió una carta a su personal el viernes diciendo que la empresa ha estado desarrollando chips de respaldo durante años en caso de que se haya desarrollado un "escenario extremo" como este, y ayudaría a que Huawei sea autosuficiente.

Por otro lado, Google aseguró a los usuarios de Huawei en Twitter el lunes que los teléfonos existentes retendrían el acceso a Google Play. Pero los teléfonos futuros perderán el acceso a la tienda Google Play, a aplicaciones como Google Maps, Gmail y YouTube, y a las actualizaciones del sistema operativo Android.

Pero si Google pierde el mercado de Huawei, y potencialmente el de otras empresas chinas, también amenazaría el negocio global de Android.

Por ello, Huawei había estado desarrollando su propio sistema operativo, pero los voceros de la compañía señalaron que prefirieron usar Android.

La idea de un teléfono inteligente sin Google puede parecer absurda para los consumidores occidentales.

China ya tiene el 43 por ciento del mercado mundial de teléfonos inteligentes, una potencia significativa.

Se predice que incluso si la guerra comercial terminara y se retiraran las prohibiciones a Huawei, las compañías tecnológicas chinas construirían un sistema operativo alternativo dentro de los próximos cinco años, para que puedan depender menos de las inestables cadenas de suministro extranjeras.

Esto cambiaría por completo el mercado de teléfonos inteligentes y abriría las puertas a otras alternativas que se presentarán en China o en cualquier otro lugar.

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