Primero echemos un vistazo a la caja del ThinkBook 13S 2G ITL. El empaque es bastante chico, se siente pesado y por el lateral tenemos los primeros datos técnicos. No repasaré todos, porque eso ya lo veremos más adelante. Lo que sí debo precisar es el modelo 20V9 y la presentación es Mineral Gray.
Abro la caja y sacamos primero la laptop para revisar el diseño. Me agrada que todo sea de aluminio, incluso la parte trasera, y se siente muy resistente y compacto en las manos. El peso tampoco parece un problema con 1.26 kilos. Lo que sí puede ser un problema es la ubicación de los parlantes: si dejas la laptop sobre una superficie suave, como una colcha o el sofá, es probable que las bocinas se tapen.
Otro detalle, antes de abrir la laptop, es la cantidad de puertos disponibles. Tenemos dos puertos USB 3.2, un puerto Thunderbolt 4, HDMI 2.0 y un puerto Jack para auriculares y audífonos.
Abrimos la laptop y es hora de hablar del teclado que a mi gusto resulta muy plano. No viene con teclado numérico, el botón de encendido con lector de huella está bien ubicado al extremo para evitar errores de tipeo y el tamaño de las teclas son cómodas, al igual que las dimensiones del trackpad. Este último, por cierto, responde bien a los gestos.
La pantalla IPS es de 13.3 pulgadas WQXGA con resolución 2560 x 1600. Las dimensiones del panel hacen que las tareas sean más fáciles de gestionar. Los detalles se sienten nítidos, mientras el brillo, el contraste y los tonos son los adecuados. El dispositivo cubre un 86% de la gama de colores DCI-P3, algo que lo coloca por encima de la media de portátiles. En lo que sí flaquea es en los 267 nits de brillo y la tenuidad de la pantalla.
Si hablamos de rendimiento, hay que recordar que este modelo en cuestión trae el Core i5-1135G7 con 8G de RAM, 512GB de almacenamiento, sistema operativo Windows 10 Pro y tarjeta gráfica integrada Intel Iris Xe. Algo interesante es que no te dejes engañar por la versión del procesador. PCMark10 Home, por ejemplo, dio 4602 puntos al ThinkBook 13S, pisándole los talones al Dell XPS 13 y Razer Book 13 por 200 puntos de diferencia, y el dato es que estas dos máquinas usan un Intel Core i7-1165G7. Considerando el hardware del equipo, la verdad es que hacen una buena combinación de potencia sin tener lo último del mercado.
Otro dato sobre el rendimiento es la capacidad de la tarjeta Intel Iris Xe. La potencia es una clara mejora frente a las antecesoras de Lenovo, pero aún hay cierta brecha con las laptops gamers. Puede decirse que la ThinkBook 13s es una excelente opción para tareas empresariales, incluso si exportas videos poco exigentes. Si lo tendrás para jugar ocasionalmente, el sistema no alcanzará los 60 FPS. Quizá alcances picos de hasta 52 FPS a 1080p, pero tampoco es que arruine el videojuego. Dependiendo de la exigencia al sistema, notarás cierto calor en el centro del teclado y el ruido de los ventiladores pueden llegar a ser fastidiosos.
Respecto al software, la ThinkBook 13s agrupa todas sus aplicaciones de utilidad en Lenovo Vantage. Las herramientas no resultan intrusivas a la hora de usar la máquina. Esto también me lleva a dedicar unas palabras a la gestión de la batería. Con un uso promedio del equipo, llegarás sin problemas a las 7 horas.
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