Ni el presidente de EE.UU. puede salvarse de los trolls en Twitter. Sucede que una jueza federal de distrito dictaminó que Donald Trump no debería poder bloquear a los usuarios que le escriben en Twitter, debido a que violaría la Constitución de Estados Unidos, específicamente la Primera Enmienda que hace referencia a la libertad de expresión.
El fallo de la jueza Naomi Reice Buchwald pone fin a una denuncia que inició en 2017, cuando la Universidad de Columbia asumió la demanda de siete individuos que habían sido bloqueados por la cuenta de Trump en Twitter.
"La Casa Blanca está transformando un foro público en una cámara de eco. Sus acciones violan los derechos de las personas que han sido bloqueadas", argumentó la casa de estudios.
La jueza Buchwald dio la razón a la Universidad de Columbia al precisar que el contenido de los tweets del Presidente se acoge a las doctrinas del "foro público" del Tribunal Supremo.
"El bloqueo de los demandantes basado en su discurso político, constituye una discriminación que viola la Primera Enmienda. Al hacerlo, rechazamos los argumentos de los acusados de que la Primera Enmienda no se aplica en este caso y que los intereses personales de la Primera Enmienda reemplazan a los de los demandantes", reza el dictamen.
Ni Donald Trump ni la Casa Blanca han respondido por el fallo. Según la defensa, Trump podía bloquear a los usuarios que desee, porque sus comunicaciones son hechas por la cuenta personal y no mediante la cuenta oficial del presidente.