La historia detrás del simulador de EA Sports
La historia detrás del simulador de EA Sports

Hubo un tiempo en el que los videojuegos de deportes no daban en el clavo. El fútbol, a pesar de su popularidad, seguía sin ofrecer una experiencia atractiva para los jugadores a inicios de la década de 1990. Entonces llegó FIFA 94. No se trató de un título revolucionario, debido a que otras compañías ya ofrecían una dinámica parecida. La diferencia estaba en las licencias y eso enganchó a miles de jugadores hasta la actualidad; sin embargo, el mercado ha cambiado y FIFA no seguirá más en las consolas a través de después de .

La saga FIFA nació gracias a Mark Lewis, el exejecutivo de Electronic Arts, quien estaba convencido del potencial de los simuladores de fútbol tras comprobar el éxito de John Madden Football con el fútbol americano. Sin embargo, lo que hoy en día parece una excelente idea no fue bienvenida por los expertos del mercado en los noventas.

“Había mucho escepticismo en Estados Unidos sobre el futuro del fútbol. A nadie le importaba”, confesó Trip Hawkings, fundador de EA. Incluso, Neil Thewarapperuma, director marketing, fue contundente al recordar que “a EA no le importaba una mierda el FIFA”.

FIFA | Evolución de los simuladores

El proyecto empezó en las oficinas de EA en Londres para luego ser producido en Vancouver. Es allí donde el ingeniero Jan Tian logra resolver algo que por aquel entonces era un desafío para los desarrolladores: la formación automática de los futbolistas. Otro detalle de esa primera edición era el ángulo de la cámara. Al ver la acción desde la esquina del estadio, EA pudo dimensionar correctamente a los futbolistas respecto al terreno de juego y el balón.

El videojuego iba a llevar por nombre USA Soccer, pero al final quedó como FIFA International Soccer. Fue Tom Stone, vicepresidente de Marketing para Europa, quien negoció con FIFA para utilizar las selecciones nacionales reales. Las negociaciones llegaron a buen puerto y se supo que EA pagó una cifra mínima por la licencia.

FIFA International Soccer salió al mercado para la campaña navideña y en cuatro semanas se vendieron más de medio millón de copias.

El éxito hizo que EA y FIFA replanteen las negociaciones dedicadas a la compra de derechos comerciales. EA ya no pensaba solo en selecciones para FIFA 95 Soccer, sino también en ligas y estadios, por lo que tuvieron que seguir desembolsando por las licencias.

FIFA 96 llevó las cosas más allá con las animaciones en 3D y la personalización de equipos y traspaso de jugadores. FIFA 97 casi repite la fórmula y no era para menos, porque todos los recursos de EA estaba dedicados a FIFA 98, que coincidía con el Mundial de Francia.

FIFA ya se daba cuenta del negocio, por lo que no perdió la oportunidad para renegociar el contrato de licencias. EA supo que el momento era clave y aceptó pagar aún más dinero por los equipos oficiales.

La fórmula del éxito parecía sencilla. EA lideraba las ventas por sus licencias oficiales, pero Konami cambió la ecuación al ofrecer una experiencia más realista. Nació Pro Evolution Soccer y dio su batacazo en 2006: por primera vez, la desarrolladora japonesa vendió más copias de EA.

Comparación gráfica de FIFA 22

La rivalidad duró años, pero FIFA volvió a liderar la competencia por sus licencias mientras la tecnología hacía que los diseños sean más reales. La tecnología también hizo que Internet llegue a las consolas de videojuegos, por lo que EA creó el modo Ultimate Team en 2009 para que los jugadores de todo el mundo tengan una plataforma donde jugar sin importar las fronteras. Konami ya no pudo hacer más y Pro Evolution Soccer fue cayendo en ventas hasta que los japoneses decidieron cambiar el modelo de negocio con eFootball.

Entonces, ¿qué pasó con EA para que rompiera relaciones con FIFA? Sucede que el éxito de EA se debe a la exclusividad de la marca FIFA, es decir, nadie más que Electronic Arts puede crear juegos de fútbol con licencias oficiales. El problema es que FIFA quiere llegar a más jóvenes, por lo que está pidiendo que otras desarrolladores tengan la oportunidad de usar las mismas licencias.

Si bien EA estaba dispuesta a pagar el doble por las licencias anuales de FIFA, la desarrolladora no podía darse el lujo de perder la exclusividad tras casi tres décadas de arduo trabajo. Nadie hablaría de FIFA si no fuera por EA y ese valor es algo que los ejecutivos de Electronic Arts no toleran perder para que otras compañías hagan dinero a costa del esfuerzo ajeno.

Por lo pronto, el futuro para EA es seguir adelante con el simulador a través de las licencias que ha obtenido en su comunicación directa con clubes y federaciones. La compañía bien puede preparar algo con organizaciones como la UEFA y el sindicato de jugadores FIFPro; además, ha cerrado acuerdos con la Premier League, LaLiga y equipos en particular.

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