Las derrotas de los principales referentes del boxeo peruano como Jonathan Maicelo (ante Raymundo Beltrán) y Carlos 'Mina' Zambrano (contra Claudio Marrero), alejan a nuestros pugilistas de optar por un título mundial. Por ello, salta la siguiente pregunta: ¿Cuándo podrá tener Perú un campeón mundial en esta disciplina? Depor conversó con dos especialistas para responderla.
Para el exconductor del programa 'El rincón del box', Kike Pérez, el panorama de este deporte tiene que cambiar sí o sí. "Tendremos un campeón mundial cuando haya apoyo del Gobierno, Instituto Peruano del Deporte, Federación de Boxeo, pero sobre todo de los aficionados. Para ver resultados importantes tendrían que pasar por lo menos unos 20 años", recalcó.
Pérez toma como ejemplo la década de 1960, cuando Mauro Mina estaba en la cima del ránking mundial y la gente llenó el Estadio Nacional. "En la actualidad las personas solo quieren ver las peleas por televisión", agregó.
Del mismo modo, el periodista y editor de BoxRec, Juan Carlos Ortecho, señaló que la falta de más ligas interdistritales (como la que existía en la época de Mina) y la desafiliación de la Federación Peruana de Boxeo en torneos amateurs han impedido que salgan más valores nacionales.
Estos factores, sumados al mal estado de la 'Bombonera' del Estadio Nacional, han hecho que los jóvenes no puedan desarrollarse de la mejor manera y terminen dejando los guantes. "El lugar donde entrenan está abandonada. La Federación tiene un presupuesto muy reducido, no alcanza ni para comprar indumentarias", declaró Ortecho.
En la rama femenina
Por el lado del boxeo femenino, la cuestión no cambia y es hasta más complicada. Si bien Linda Lecca es campeona promovida de peso supermosca AMB, no defiende seguido su título porque no hay empresarios que financien los costos de la retadora y la campeona. "Se le tiene que pagar el pasaje, la estadía, etc. Es bien triste saber que no hay apoyo", mencionó Kike Pérez.
Lo hecho por nuestra última campeona, Kina Malpartida, de dejar los cuadriláteros para entrar a los realitys es solo una consecuencia de la falta de interés de las institucionales nacionales. "Si no tienen financiamiento y encuentran otra opción más rentable es obvio que se irán donde estén más cómodos. El cambio tiene que empezar de una vez", finalizó Pérez.