Conor McGregor demostró su valentía y realizó el negocio de su vida el pasado 26 de agosto, cuando debutó en el boxeo profesional ante una leyenda de este deporte como Floyd Mayweather, quien lo terminó venciendo por nocaut técnico en el décimo round.
Lejos de lo que muchos esperaban, Conor McGregor salió bastante agresivo en los primeros dos rounds, pero con el pasar de los minutos empezó a bajar la guardia en lo que parecía una muestra de cansancio. Pero no para el médico Darragh O'Carrol, quien explicó lo que realmente ocurrió con la estrella de la UFC.
"El cálculo del árbitro para detener la pelea no estuvo basado en signos de fatiga, sino más bien en signos de lesión cerebral traumática. Ataxia, o mareo y la pérdida de balance, es una de las características de la conmoción cerebral. La fatiga quizás causa movimientos lentos, pero no el desequilibrio y la descoordinación mostrada por McGregor en el décimo round", explicó.
"Tambalearse siempre será tratado como un traumatismo craneal y no como fatiga. Permitirle al peleador continuar sería algo extremadamente negligente. Eso habría puesto a McGregor en riesgo de sufrir un traumatismo craneal continuo, con el riesgo de que en el futuro tenga una encefalopatía traumática crónica, o peor, el daño repetido conduce a una lesión cerebral traumática severa como la hemorragia cerebral" agregó O'Carrol.
Cabe mencionar que Conor McGregor no sería el primer boxeador al que le ocurra algo similar. "Recordemos el trágico caso de este año del joven Daniel Franco, quien requirió neurocirugía de emergencia para salvar su vida", finalizó el médico.