El GP de Mónaco tuvo que iniciar más tarde de lo programado debido a la lluvia, pero las condiciones mejoraron y la carrera pudo arrancar. Sin embargo, el evento tuvo un impactante accidente: Mick Schumacher perdió el control de su Haas y el monoplaza quedó destrozado, tras chocar contra una barrera de seguridad.
La vuelta 27 en el circuito callejero de Montecarlo había llegado, justo cuando ocurrió la maniobra del piloto alemán. A pesar de no tener la presión de algún rival en busca de ganar la posición, el conductor viró de costado y decidió frenar rápidamente para evitar un golpe contundente.
Sin embargo, Mick Schumacher no pudo enderezar su Haas, chocó la trompa contra la barrera de separación de la pista y dio un giro peligroso hacia la izquierda. Tras tomar una nueva dirección, el monoplaza impactó contra la defensa y terminó dividido en dos partes (la zona trasera quedó separada).
Para tranquilidad del equipo estadounidense y de todos los fanáticos presentes en el GP de Mónaco, el piloto salió ileso y pudo retirarse del sector por sus propios medios. Kevin Magnussen se mostró tranquilo al ver a salvo a Mick, su compañero, aunque también se lamentó, dado que su vehículo había sido retirado previamente por problemas técnicos.
El accidente se dio exactamente donde se encontraba la grúa y las autoridades de la Fórmula 1 solo decidieron implementar un safety car. No obstante, habían demasiados implementos sobre la pista y no hubo más remedio que mostrar las banderas rojas, por lo que se paralizó la carrera y se relanzó minutos después.