Perú es conocido mundialmente por Machu Picchu y la cordillera de los Andes. Pero no tan famosos son los dos tesoros naturales que quedan a ambos lados de esas imponentes montañas: la vasta selva amazónica al este y el desierto costero, al oeste, que albergará el Rally Dakar 2019.
Los 337 vehículos de competición se adentrarán durante diez etapas, del 7 al 17 de enero, en este desierto de miles de kilómetros con vertiginosas dunas de arena blanda, que se extiende por toda la costa del océano Pacífico. Y es en este escenario donde se celebrará el Dakar 2019, el primero que se corre únicamente en un solo país.
"El paisaje en Perú es asombroso. Las dunas son algo particulares y siempre difíciles", advierte el piloto qatarí Nasser Al-Attiyah, del equipo Toyota y ganador en dos oportunidades del Dakar en la categoría coches (en 2011 y 2015).
Las dunas peruanas han permitido que el rally recupere su esencia al encontrar en Sudamérica el terreno y el paisaje más parecido al desierto del Sáhara, hogar de la carrera desde que fue creada en 1979.
"Esto nos permite redescubrir el verdadero espíritu del Dakar, con un paisaje similar al de Mauritania. Si tenemos que hacer el Dakar solamente en un país, Perú es definitivamente el más apropiado", afirma el francés Stéphane Peterhansel del equipo Mini y trece veces ganador del rally (seis en moto y siete en coches).
Por su latitud, próxima a la línea del Ecuador, la costa peruana debería tener abundante vegetación, pero las aguas frías que trae la corriente de Humboldt desde la Antártida crean una extensa prolongación del desierto de Atacama (Chile).
En mitad de ese mar de dunas hay una con nombre propio: Duna Grande, la más alta de Perú y la segunda en el mundo con sus 1.693 metros sobre el nivel del mar, que deberán coronar los pilotos del rally más extremo del mundo. En este desierto tampoco faltan los oasis como los de Huacachina y Morón, en los alrededores de la ciudad de Pisco.
Un desierto complicado
Buena parte de los participantes ya probaron la dureza y dificultad del desierto peruano el año pasado, cuando el Dakar estuvo cinco días y algunos de los favoritos tuvieron que abandonar.
"Perú marcó el año pasado la carrera tras las cinco etapas allí, hubo muchos abandonos, va a ser un rally muy duro", recuerda el piloto español Carlos Sainz, dos veces ganador del Dakar en coches y vigente campeón.
La misma opinión tiene la piloto española Laia Sanz, que describe a Perú como "uno de los mejores países para el Dakar". "Disfrutamos mucho los últimos años allí porque eran etapas muy exigentes y de mucha arena", añade.
El recorrido
El Dakar 100 % peruano, que tendrá como punto de partida y de llegada la capital de Lima, se ceñirá únicamente al sur del país para visitar las ciudades de Pisco, San Juan de Marcona, Arequipa, Moquegua y Tacna.
El recorrido está plagado de vestigios arqueológicos de algunas de las civilizaciones más antiguas de América, muy anteriores a los incas, que habitaron esas tierras, y cuyos restos la organización del Dakar se ha cuidado de proteger para que ni competidores ni espectadores puedan dañarlas.
Con ello intenta evitar un fatídico episodio ocurrido en 2013, cuando un vehículo pasó aparentemente por encima de un geoglífo (dibujo en la tierra) ubicado en las pampas de las famosas Líneas de Nasca, de unos mil años de antigüedad y consolidadas como una de las principales atracciones turísticas de Perú.
La carrera también pasará por las dunas de Acarí y regresará a Tanaka, "un concepto totalmente distinto de dunas", según valora el piloto español Óscar Fuertes sobre estas joyas del tesoro natural de Perú. Cabe señalar que los participantes se tomarán un día de descanso el sábado 12 de enero en la ciudad de Arequipa.
FUENTE: EFE