El GP de Gran Bretaña se disputa con intensidad y Max Verstappen, de la escudería Red Bull, soñaba con alcanzar la victoria, tras convertirse en el líder de la carrera, superando a Carlos Sainz, de Ferrari, quien se había despistado. Sin embargo, el último campeón del mundo de la Fórmula 1 sufrió un problema con los neumáticos y perdió posiciones.
La competencia en el Circuito de Silverstone dejó al hispano como el ganador de la pole position, por primera vez en su etapa en la máxima categoría. Había mucha presión para el conductor, que precisamente se salvó de tener un pésimo inicio.
En el lanzamiento de la primera vuelta, Verstappen alcanzó la punta en la curva número uno, pero todo tuvo que reiniciarse por el accidente de Guanyu Zhou, de Alfa Romeo. Debido a ello, Carlos Sainz volvió a partir como líder y esta vez realizó una gran maniobra para mantener la posición.
No obstante, el conductor de Ferrari solo soportó en las primeras 10 rondas, puesto que se despistó y el piloto de Red Bull aprovechó para adelantarlo. Max tenía el panorama favorable para acelerar al máximo, aunque solo aguantó dos vueltas: hubo problemas en los neumáticos, fue sobrepasado al perder velocidad y tuvo que ir al box.
Durante su salida para el cambio de gomas, Verstappen tuvo un inconveniente en la carrocería, dado que raspó la parte baja del monoplaza contra la pista. Tras volver al circuito, el último campeón del mundo fue notoriamente más lento que sus rivales y si bien no se rindió, quedó sin opciones de alcanzar el podio.