Juan Diego Gonzales-Vigil se juntó con su amigo Lucho Alayza, piloto de rally. Pero no fue para recordar tiempos de colegio, de donde se conocen desde los seis años. Tampoco fue para hablar de Alianza Lima, club del cual son hinchas, sino para hablar de ‘chamba’: Alayza lo invitó a ser su copiloto en Caminos del Inca, la competencia de automovilismo más importante del país.
Pero el ‘Lobo’, en el fútbol o en otros deportes, nunca ha sido el ‘segundo’ de nadie. Y no hará una excepción ni con su ‘causa’. “Yo no me veo como copiloto de rally, yo de frente ‘chapo’ el timón”, dijo el exjugador de ‘Muni’.
Es que, como buen amante de los ‘fierros’, Juan Diego no descarta pasar de los piques legales al rally. Sería una gran manera de honrar a su padre, de quien aprendió todo sobre coches. “Cuando era niño me empezaron a gustar los carros. Fue mi papá quien ayudó a despertar en mí la pasión por el automovilismo”, reveló.
¿Se viene el reto?
La respuesta de su amigo desairó a Lucho, pero el piloto no perdió la chance para vacilarlo. “Si gustas, puedo darte algunas clases”, le dijo, a lo que el ‘Lobo’ respondió. “Quizá las acepte. Si quieres ir a La Chutana a hacer piques, ya sabes a quién buscar”.
Lucho se quedó picón con su respuesta, así que propuso resolver las ‘diferencias’ en una disciplina que ambos dominan: los karts (vehículo base para todas las disciplinas del automovilismo y que se parecen a los ‘carritos chocones’). “Una carrera, tú y yo. Solo di la fecha y el lugar”, desafió Lucho. “Nunca huyo a ningún reto. Acepto”, respondió el ‘Lobo’. Esta historia continuará.