El día que Lionel Messi se presentó ante Argentina, “violento”, “impulsivo” e “inmaduro” fueron los calificativos que la prensa le adjudicó. En realidad fue un ‘regalo’ del juez alemán Markus Merk, por sacarle la roja con solo 47 segundos en cancha tras un codazo al húngaro Vanczák, al defender el balón de sus jalones. ‘Lio’ es todo lo contrario –aguanta patadas, no se calienta– y acabaría convirtiéndose en el goleador histórico de su selección. Pero ese 17 de agosto de 2005, el día que debutó con la ‘albiceleste’, parecía destinado al fracaso.
La historia de Itzel Delgado es similar, y de él depende que su debut acabe siendo tan paradójico como el del crack argentino. Su deporte es el Stand Up Paddle Race (o SUP Race), una variante del surf en la que nos representará en los Juegos Panamericanos 2019. En ella, con un remo y parados sobre una tabla larga, los deportistas hacen carreras en el mar. Tenía solo cuatro años practicando esta modalidad cuando le llegó el llamado de la ‘selección’.
No la peruana, la cual ya integraba, sino la de los mejores paddlesurfers del mundo: recibió una invitación para participar del Tour Mundial de la Asociación de Profesionales de Paddlesurf (APP, por sus siglas). Con apenas 18 años, cuando todavía no concebía dedicarse profesionalmente al SUP, empacó sus cosas y viajó a Estados Unidos, al Red Bull Heavy Water.
Lejos de Makaha, la playa que lo vio crecer, en Ocean Beach (San Francisco) “las olas eran de 3 o 4 metros, así que la carrera no era solo pasarlas; también surfearlas”, recuerda Itzel. Es decir, no preocuparse solo por la velocidad, sino por la estabilidad. Aunque el desafío era grande y los nervios lo invadían, ni un tsunami hubiese podido frenar su ilusión de brillar ante los ojos de la élite del SUP.
Y, pese a todo, lo frenaron. No a él: a su tabla. “Lamentablemente me cayó una ola bastante grande y partió mi tabla en dos pedazos. Tuve que salir desde el fondo del mar con media tabla, echado, y aunque quise retomarlo fue imposible. Fue una experiencia que nunca olvidaré”, recuerda, aún asombrado y con cierta melancolía. Su debut en las ‘grandes ligas’ había terminado, tal vez, de la peor manera.
Lo que más le dolió, sin embargo, terminó siendo su mayor fortaleza. Cuando el incidente, Itzel iba codo a codo con el campeón mundial, el hawaiano Connor Baxter, ambos muy cerca de llegar a la boya. “Tenía 18 años y estaba compitiendo al lado del mejor del mundo. Es decir, tenía las mismas posibilidades que él. Me chocó por varios meses pero aprendí mucho”, agrega.
Lo que mal empieza… ¿mal acaba?
Desde entonces, con mucha más cautela y estudio, la carrera de Delgado se ha disparado. Entre sus victorias más importantes se encuentran, en noviembre del año pasado, la medalla de oro en el Panamericano de Surf, desarrollado en Punta Rocas, un logro que le dio el cupo a Lima 2019.
Meses después, en marzo, se colocó en el pecho la medalla de oro de los Juegos Suramericanos de Playa 2019. Ganó campeonatos en California y Puerto Rico, participó del Euro Tour de paddle y viajó a Londres para la primera fecha del Tour Mundial de la APP 2019, donde quedó décimo. Una preparación que, de cara a los Juegos Panamericanos, lo convierten en candidato indiscutible.
“Quiero llevarme el oro, subir a lo más alto del podio y cantar el himno nacional”, sueña. Con solo 20 años, se ha ganado un lugar en la ‘selección’ de los mejores del mundo. Todavía no es el mejor y le queda, aún, mucho por recorrer. De aquel debut que casi lo desmorona, que dio una falsa imagen suya, como sucedió con Messi, solo queda un aleccionador y gracioso recuerdo.
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