Por primera vez en 66 años, el All Star Game de la NBA no tendrá el formato clásico de enfrentamiento entre Conferencia Este y Oeste. Así lo confirmó el organismo deportivo, junto con el sindicato de jugadores, mediante un comunicado.
Lo primero que hay que resaltar es que los diez titulares seguirán siendo elegidos por las votaciones de aficionados, jugadores y periodistas especializados. Tras ello, los entrenadores de todas las franquicias elegirán a los catorce suplentes.
La novedad es que los capitanes serán los jugadores más votados de cada Conferencia. Ellos elegirán a qué jugadores de todos los seleccionados quieren en sus respectivos equipos, asegurándose que haya un balance en cada plantel.
"Estoy emocionado con los cambios que han hecho para mejorar el All Star Game, que ha sido una prioridad para todos nosotros", dijo Chris Paul, de los Houston Rockets. "Estamos deseando organizar un mejor espectáculo", agregó el armador.
La NBA busca así aumentar el interés por un partido que cada vez es menos competitivo. Su última edición, en New Orleans, fue muy criticada por la poca defensa que hubo y la liga espera que el próximo 18 de febrero, en Los Angeles, sea diferente.