Los Golden State Warriors, actuales campeones de la NBA, no tardaron ni 24 horas en responder al fichaje estrella del alero LeBron James por Los Angeles Lakers: anunciaron la contratación sorpresa del pívot All-Star, DeMarcus Cousins.
A pesar que DeMarcus Cousins se recupera de la rotura que sufrió en el tendón de Aquiles del pie izquierdo el pasado febrero (cuando jugaba con los Pelicans ante los Rockets), los Warriors prefirieron ficharlo en reemplazo del veterano Dwight Howard.
DeMarcus Cousins, que personalmente llamó al presidente de operaciones de los Warriors, Bob Myers, para discutir su incorporación al equipo, la aceptó tras acordar un contrato por una temporada y un salario de 5,3 millones de dólares. "Este es mi as de espadas", dijo el jugador de 27 años. "Este es mi movimiento de ajedrez".
La decisión de Cousins convierte incluso más poderosos a los Warriors, que cuentan en su plantilla con dos estrellas de la talla de Stephen Curry y Kevin Durant.
De inmediato dentro de la NBA, ya nadie habla de la llegada "anunciada" de James a los Lakers por 154 millones de dólares, sino del súper equipo que tienen ya consolidado los Warriors, con el que incrementan sus posibilidades de llevarse el tercer título consecutivo (el cuarto en los últimos cinco años).
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