“Aunque mi trayectoria en el fútbol americano seguirá en otro lugar, aprecio todo lo que hemos logrado y estoy agradecido por los increíbles logros de nuestro equipo”. Con esas palabras, difundidas en un comunicado, Tom Brady terminó su historia con los New England Patriots. Dos meses después, la estrella de la NFL ya se entrenó por primera vez con su actual club: Tampa Bay Buccaneers.
Incluso antes de que la NFL permitiera reabrir las instalaciones de los equipos, el jugador californiano no quiso perder tiempo y se juntó con sus nuevos compañeros para tener su primera sesión de trabajo desde que todo se paralizó por causa del coronavirus.
La práctica, organizada por los propios jugadores en el campo de una escuela de preparatoria, duró alrededor de dos horas. Tom Brady entrenó junto a otros ocho jugadores de los Tampa Bay: el centro Ryan Jensen, el receptor Mike Evans, los alas cerradas Cameron Brate y O.J. Howard, y los QB’s Blaine Gabbert y Ryan Griffin.
Según información proporcionada por el Tampa Bay Times, fue Brady quien tomó la batuta de la sesión de trabajo: organizó combinaciones de rutas y ejercicios de simulacro con sus receptores, alas cerradas y corredores. Asimismo, “precisó las rutas de sus receptores y lució su potente brazo en rutas profundas, aprovechando el talento de sus nuevos compañeros”.
En marzo pasado, a través de un comunicado que publicó en sus redes sociales, el legendario quarterback informó que se alejaba de los New England Patriots, equipo en el que jugó las dos últimas décadas y con el que conquistó seis títulos de la Super Bowl. La noticia sacudió el mundo del fútbol americano y dio la vuelta a todo el orbe.
En el mismo escrito, el jugador se mostró agradecido con el club de Massachusetts y elogió a sus “compañeros, entrenadores, directivos y miembros del staff” de los Patriots. En ese equipo, asegura, aprendió “una cultura basada en grandes valores” que le han permitido “maximizar mi potencial como jugador más de lo que podría haber deseado”.
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