Un atleta olímpico decide competir para representar a su país, por lo que es lógico que cuando oye su himno nacional, se emocione y quiera rendirle tributo. Esto le pasó a un joven estadounidense en Río 2016, quien paró su prueba por respeto a su nación.
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Sam Kendricks fue protagonista de un acto patriótico en Río 2016. El joven de 23 años estaba en plena prueba de salto con garrocha, pero justo en ese momento se estaba premiando a uno de sus compatriotas. El himno de Estados Unidos sonó en el coliseo y el atleta decidió parar.
A pesar del riesgo de ser penalizado o incluso descalificado, Kendricks soltó la garrocha y le rindió tributo. Una vez terminado el himno, aplaudió y continuó con la prueba.
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Finalmente, el estadounidense se llevó la medalla de bronce. No llegó a escuchar su himno en la premiación pues el brasileño Thiago Braz da Silva se llevó e oro.
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