“No recibimos ni un pago ni apoyan con el transporte”, son las palabras de Taja Railey, artista y activista, sobre el maltrato que reciben los bailarines en el show de medio tiempo del Super Bowl. Esto causó polémica entre la opinión pública en Estados Unidos, debido a la gran cantidad de millones de dólares que se mueven alrededor de uno de los eventos más grandes del país y el mundo y, sobre todo, por las grandes cantidades de dinero que se les paga a los artistas principales que aparecen allí.
En el Super Bowl 2022, que enfrentará a Los Angeles Rams y los Cincinnati Bengals, el show estará a cargo de figuras como Snoop Dogg, Dr. Dre, Eminem, Mary J. Blige y Kendrick Lamar. Cada uno entrará en escena en un tiempo de 12 a 15 minutos, junto a más de 100 bailarines, quienes según la empresa encargada del show, recibirán un buen pago por su jornada. “También hay bailarines voluntarios, a ellos no se les exige ser profesionales. Los costos pueden llegar a exceder los 10 millones de dólares”, dijo Jana Fleishmann, vicepresidente de Roc Nation.
En el caso de las estrellas, sí no hay reparos al momento del pago. Por su exposición en el show, cada uno recibirá entre US$ 24 y 30 millones, algo que va directamente relacionado con el pago de los auspicios de las marcas que aparecen durante el evento. Hay empresas que desembolsan hasta 5 millones de dólares por un comercial de 30 segundos en el Super Bowl, debido a que su producto será visto por decenas de millones de espectadores en el mundo.
Asimismo, los artistas siguen teniendo ingresos directos luego de su aparición en el Super Bowl. Existen varios ejemplos de quienes aumentaron enormemente las ventas de sus discos luego de sus actuaciones en el show de medio tiempo. Es decir, es dinero asegurado para sus arcas.
“Esto significa miles de nuevos puestos de trabajos y una oportunidad de mostrar a Los Ángeles como la ciudad global y excepcional que es. Es algo magnífico”, comenta el alcalde Eric Garcetti. Y se entiende su emoción, pues la llegada del Super Bowl a Los Ángeles, luego de 30 años, supone el ingreso de alrededor de US$ 477 millones para la ciudad.
El sector hotelero será uno de los más beneficiados, así como bares y restaurantes. Aunque, según expertos, el ingreso hubiera sido mayor si se enfrentaban dos equipos que no sean de Los Ángeles. Por otro lado, la industria alimentaria también obtendrá beneficios. Se estima que se consumirán cerca de 1400 millones de alitas de pollo, uno de los platos clásicos del Super Bowl, en todo los Estados Unidos.
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