Usain Bolt es el hombre más rápido del mundo. Sus números lo dicen pero también su personalidad. Es por ello que siempre se lo ve calmado durante las competencias, pero en Río 2016 hizo lo impensado: posó para las cámaras en plena competencia.
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Esto sucedió en las semifinales de los 100 metros planos. Usain Bolt iba primero en la carrera y, como es usual, miró a sus rivales de reojo para confirmar su puesto en la carrera por la medalla.
Lo hizo sonriendo, feliz de alcanzar por tercera vez consecutiva la final. Sin embargo, lo que llamó la atención fue que se dio el tiempo de mirar a la cámara y sonreír. Llegó a la meta en 9.86 segundos.
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Más tarde, ese mismo día, Usain Bolt se coronó como el campeón olímpico. Se llevó su séptima medalla de oro y empezó con pie derecho su participación en Río 2016, evento que marcará su retiro.
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