Pitbull es un club de básquet que nació en las esquinas del distrito de Villa María del Triunfo en medio de la pandemia del COVID-19. Cuando muchos perdían la esperanza por el caótico momento de salud que vivía no solo el país, sino el mundo, el entrenador nacional Pedro Hermoza pudo forjar una base de futuros profesionales en este golpeado deporte en el Perú. Hoy los jóvenes esperan con ambición la reactivación de su amada disciplina a nivel internacional.
Es por ello que Depor llegó hasta la sede de esta institución, que a la par funciona como una organización no gubernamental (ONG), ayudando a los jóvenes de las zonas más vulnerables de Lima a encontrar un espacio beneficioso dentro del deporte. Es decir, Pitbull no solo es un club, sino también una herramienta de cambio social.
El inicio de un sueño
La pandemia y la cuarentena del 2020 fue un golpe duro para muchos. Sin embargo, para otros fue una oportunidad de crear nuevas ideas, uniéndolas con sus más grandes pasiones. Así es el caso de Pedro Hermoza, quien ha dedicado la mayor parte de su vida enfocada en el deporte, específicamente junto a un balón y una cesta.
Su gran experiencia le ha permitido viajar a Argentina y a Chile como asistente de primer equipo de la selección peruana. No conforme con eso, Pedro entendió desde un arranque en asumir una gran responsabilidad para el bienestar del básquet en el país, que, lamentablemente se encuentra en una de sus peores etapas.
“Yo amo el básquetbol desde la secundaria y yo me dedico a lo que es el baloncesto, soy entrenador FIBA, he entrenado a varios clubes y quise servirle a mi comunidad. Entonces, sé lo que mejor sé hacer y lo hago con amor”, señala con una sonrisa.
Ante ello, nació Pitbull, un club de básquet que busca incentivar y desarrollar la práctica del deporte, forjando valores en los más jóvenes en el distrito de Villa María del Triunfo. “Tenía este deseo de crear el club y un día estaba sentado y me pregunté: ‘¿Cómo pongo un nombre que nos identifique a todos?’ Veo a mi perro y digo: ‘¿Ok, Urco que hago?’ Y se acerca el otro y ahí dije: ‘Se llamará Pitbull’, porque pitbull es un perro creado hacia la excelencia y eso es lo que tratamos de hacer”, señala.
En la actualidad el club cuenta con 150 alumnos, de los cuales 30, aproximadamente son del nivel competitivo, pues gracias a su talento distintas universidades apuestan por ellos, otorgándoles media beca.
“Hemos tenido la oportunidad de apoyar algunos jóvenes y que ellos evidencien el deporte que están practicando”, señala y aclara que, a pesar de ello, aún se encuentran buscando apoyo de algunas marcas que apuesten por el objetivo principal del club. “Lo que tenemos ha sido una labor de la directiva, también del apoyo de algunos padres, amistades. Todavía no tenemos apoyo de empresas privadas, estamos buscando porque necesitamos un poco más de logística e infraestructura”, manifiesta.
Luz de esperanza
Como se recuerda la Federación Deportiva Peruana de Basket (FDPB) ha quedado suspendida de toda competencia internacional por la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto) desde el 2018, esto debido a los malos procesos electorales que se mantuvieron en la organización. No obstante, hace poco se dio a conocer acerca de una nueva directiva al mando de Víctor Cisneros Colchado, el cual daría luz verde para la aprobación de la FIBA.
“Tenemos que estructurarnos para eso se está trabajando, de nuevo de ha reconocido al presidente de la Federación y eso es un punto para que todos podamos empujar el carro y trabajar por la sociedad y por la juventud”, sostiene Pedro.
Mientras se encuentra a la espera de la respuesta por parte del Instituto Peruano del Deporte (IPD), respecto al reconocimiento de la FIBA sobre la FDPB, Pitbull continúa su rumbo y sigue demostrando todo su potencial en la Liga de Lima desde este año en la categoría Sub 19, quedando en el cuarto lugar de un total de ocho equipos.
“Nosotros estamos en la Liga de Lima, que es la máxima competitiva aquí, gracias a ello las universidades pueden ver la capacidad de los jugadores”, declaró ante la esperanza de poder seguir encaminando a más jóvenes. “No todos llegan a ser deportistas élite, pero creemos crear personas conscientes que aporten a la sociedad”, explicó.
Es así como una sociedad con poca visibilidad en el básquet vuelva a renacer de los escombros tras ocho años, ya que la historia peruana ha sido acompañada ante grandes amos del balón anaranjado tales como los hermanos Duarte. Es más, Ricardo Duarte la rompió en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, donde fue el máximo anotador de la competencia. Ello le hizo merecedor de integrar la lista de los 50 mejores jugadores de los 70s, según la FIBA.
Cabe destacar que la selección peruana de básquet también posee importantes logros, como la medalla de oro en el Campeonato Sudamericano 1938. También se registra dos preseas de plata en esta competición, en las ediciones de 1941 y 1969; además de cuatro discos de bronce: 1943, 1966, 1968 y 1973.
Hoy, la idea de Pitbull, de la mano de Pedro Hermoza es que la blanquirroja se vuelva a nutrir de importantes jugadores como lo tuvimos en otras épocas. No obstante, el club de Villa María del Triunfo también urge de un soporte, sobre todo privado, para seguir encaminados hacia su objetivo.
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