El All England Lawn fue testigo, una vez más, de la hazaña conseguida por Roger Federer. El suizo, a sus 35 años, derrotó al croata Marin Cilic sin ceder ningún set y se llevó por octava vez el trofeo de Wimbledon.
Aficionados, políticos, actores y parte de la realeza británica vieron al 'Expreso' convertirse en el tenista más veterano en ganar el tercer Grand Slam. La emotividad llenó a Federer cuando vio que sus hijos también presenciaron su victoria.
Las lágrimas comenzaron a caer del rostro de 'Fed', mientras las palmas y ovaciones llenaban sus oídos. Con este triunfo, rompió la igualdad que mantenía en Wimbledon con Pete Sampras, que tenía siete títulos del torneo ingles.
Cabe señalar que Federer en lo que va de la temporada lleva cinco certámenes ganados: el Abierto de Australia, dos Masters 1000 (Indian Wells y Miami), su noveno ATP de Halle y este Wimbledon. En total, 93 en su carrera.