La australiana Ariarne Titmus derrotó este lunes a la estadounidense Katie Ledecky en la final de 400 metros en estilo libre (3:56.69 contra 3:57.36), privando así a la joven de Washington de un sexto título olímpico en su carrera.
Titmus, ya campeona mundial de la disciplina, se colgó así el oro olímpico, su primera medalla en unos Juegos, y Ledecky, que compite también en 200, 800 y 1.500 m, se queda con la plata. El bronce fue para la china Bingjie Li (4:01.08).
El resultado descontroló por completo al entrenador de la nadadora oceánica, quien fue captado durante la transmisión de los Juegos mientras saltaba eufórico celebrando.
De este modo la estadounidense no podrá las cinco medallas de oro a las que aspiraba en la capital japonesa y tendrá que ‘conformarse’ con al menos un plata, como ya le ocurrió en los Juegos de Río, en que Katie Ledecky se colgó cuatro oros y una plata.
Ledecky había dominado sin forzar el domingo en las series y sigue siendo la plusmarquista mundial con el 3:56.46 que consiguió en Rio de Janeiro hace cinco años, sirviéndole para colgarse el oro en la cita brasileña.
La nadadora estadounidense inició con esta plata un lunes en el que en la velada de tarde salta dos veces a la piscina, para las series de 200 m y luego para las de 1.500 m.
La ‘Primera Dama’ de la natación mundial parece intocable en las distancias largas, pero desde hace dos años tiene que hacer frente al fenómeno de la joven Ariarne Titmus, estrella en 200 y 400 metros.
Titmus, apodada ‘Terminator’, aspira a continuar su cosecha olímpica en Tokio en 200 y 800 metros.
“Sigo siendo la aspirante”, estimaba el pasado año la nadadora de Tasmania instalada en Brisbane, después de haber vencido a Katie Ledecky en el Mundial de 2019, en la que fue la primera derrota de la estadounidense desde 2012 en la distancia.
Titmus ha continuado rompiendo sus límites y, justo antes de los Juegos, se aproximó al récord mundial de 400 m de Ledecky y al de 200 m de la italiana Federica Pellegrini.